El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, aseguró ayer que se está ultimando la autorización para que el atunero reconvertido en buque humanitario ‘Aita Mari’ pueda comenzar en «poco tiempo» su nueva actividad.

El ministro negó en todo momento que la tramitación de este permiso esté «paralizada» o «retrasada» y recordó que el ‘Aita Mari’ comenzó el proceso administrativo el pasado mes de agosto, por lo que su situación entra «en los plazos habituales en estos procedimientos». Un proceso que, según indicó el responsable de Fomento, requiere inspecciones y control cuando, además, la embarcación va a trabajar fuera del territorio español.
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Ábalos confesó, además, que ante la pregunta del diputado del PNV, Iñigo Barandiaran, consultó personalmente el expediente del barco y, según indicó pudo comprobar que la tramitación concluirá «mucho antes del plazo» de medio año.

Estas palabras no tranquilizaron al diputado jeltzale, que denunció que coincidiendo con el registro de esta pregunta en el Congreso se pidió al buque, por parte de la marina mercante, unos documentos y la rectificación en algunos papeles. Barandiaran mostró su temor a que esta situación tenga que ver con la última incautación del ‘Aquarius’ en Italia. «¿Participan de los valores de quienes retienen barcos en sus puertos o prefiere que estén salvando vidas?», preguntó a Ábalos.

En este sentido, el ministro señaló que esta cuestión es «otro elemento» y «otro debate» que no tiene que ver con la labor del salvamento español, sino con otras misiones que están fuera del territorio. «Estoy de acuerdo con la labor humanitaria, pero no tiene que ver con la labor en las costas españolas, ni tiene que ver con las políticas españolas».

Maydayterráneo envió ayer un comunicado en el que destacó los más de tres meses que lleva el ‘Aita Mari’ para recibir la autorización de navegar. El pasado 8 de agosto presentaron en la Capitanía de Pasaia el proyecto de reforma del barco para su aprobación. La inspección de esa capitanía tramitó la solicitud con un informe favorable a la Subdirección General de Inspección Marítima el 22 del mismo mes. «Seguimos pendientes».