Pedro Sánchez realizará el viaje a Marruecos que tenía pendiente desde que llegó al Palacio de la Moncloa, ya que es tradición que el primer desplazamiento fuera de Europa de un nuevo jefe del Ejecutivo sea a este país. Sin embargo, la agenda de Mohamed VI ha impedido que esta visita se haya realizado antes, y fue el propio Sánchez el encargado de anunciarla el pasado viernes al finalizar su participación en la cumbre iberoamericana de Antigua (Guatemala). A esas complicaciones de la agenda del monarca se unen las informaciones sin confirmación oficial sobre sus problemas de salud.

Ayer, el periódico El Mundo se hacía eco de que Mohamed VI podría padecer sarcoidosis, una enfermedad que genera, entre otras consecuencias, problemas cardiacos. De hecho, lo único confirmado por Moncloa es que Sánchez había pedido audiencia al rey. Si finalmente se ven, será la segunda ocasión en la que coincidan, ya que ambos coincidieron el pasado 11 de noviembre en los actos celebrados en París con motivo del centenario del armisticio de la I Guerra Mundial.

Sánchez será recibido con honores militares, se reunirá a continuación con el primer ministro marroquí y después sería recibido por el monarca. En principio no hay prevista una rueda de prensa del jefe del Gobierno y su homólogo de Marruecos.

Tanto en su reunión con Al Othmani como en la audiencia con el rey, Sánchez resaltará, según fuentes del Gobierno, la trascendencia que otorga a la relación con Marruecos en todos los ámbitos.

Los asuntos que se abordarán serán múltiples, pero el presidente del Gobierno, que viajará acompañado del ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, ya avanzó el viernes las cuestiones principales. En concreto, citó la inmigración, la seguridad y la cooperación económica.

En esos tres campos Canarias es mucho más que un espectador. Las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado ya han alertado de la incipiente reapertura de las rutas de salida de migrantes desde Marruecos hacia las costas canarias. Eso explica el aumento en los últimos meses del flujo de pateras y lo que eleva la preocupación es la posibilidad de que las mafias que llevan subsaharianos hasta el norte para cruzar el Estrecho de Gibraltar, desvíen parte de ese tráfico hacia las zonas más próximas a Canarias.

Sánchez agradecerá la labor de Marruecos para frenar los movimientos migratorios ilegales, una idea que ha venido expresando desde que llegó a la Moncloa y que ha recalcado especialmente ante el resto de líderes de la Unión Europea. El mes pasado, en una cumbre en la que se analizó la política migratoria comunitaria, ya mencionó el «extraordinario trabajo» de Marruecos para frenar la inmigración ilegal. De ahí que haya defendido una mayor ayuda económica a este país para ayudar a la tarea que está realizando.

En ese sentido, el presidente español garantizará que España va a seguir siendo aliado de Marruecos para que la ayuda europea se mantenga e, incluso, se pueda incrementar.

Según las autoridades marroquíes, han abortado durante el presente año 68.000 tentativas de emigración ilegal hacia España.

El problema del Sáhara. En materia de seguridad, las miradas están puestas en la solución al contencioso del Sáhara, que está en manos de Naciones Unidas y a las puertas de otra ronda negociadora. Ese espinoso asunto conecta con otro que también afecta a Canarias: la aprobación del tratado de pesca entre la Unión Europea y Rabat, que espera ahora el visto bueno del Parlamento europeo.

En el encuentro con el primer ministro se puede avanzar en la próxima convocatoria de la Reunión de Alto Nivel bilateral, que está pendiente de convocarse bajo la presidencia de los dos jefes de Gobierno y que en esta ocasión toca celebrar en Marruecos.

No se ha concretado si en las reuniones se abordará la cuestión del Sáhara o si Marruecos aludirá a su reivindicación sobre Ceuta y Melilla, pero las fuentes del Gobierno aseguran que se hablará del acuerdo de pesca entre la UE y Rabat.

Aunque es la primera visita de Sánchez a Marruecos como presidente, varios ministros han viajado ya a este país para reunirse con sus homólogos respectivos, entre ellos Grande-Marlaska, el titular de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, y la de Justicia, Dolores Delgado. En esas visita todos ellos hicieron también especial hincapié en la colaboración hispano marroquí.

Así, Borrell consideró que las devoluciones a su país de los emigrantes marroquíes llegados irregularmente a España se desarrollan satisfactoriamente y constituyen una especie de ejemplo para los países europeos enfrentados a flujos migratorios similares.

Tras su viaje de hoy, el presidente del Gobierno volverá a Marruecos en tres semanas, ya que el día 10 de diciembre tiene previsto asistir en Marrakech a una cumbre de la ONU sobre migración.

La presencia de Sánchez en esa cumbre aceleró los contactos entre España y Marruecos para intentar que la reunión con Mohamed VI fuera antes de esa cita.

Pendiente queda una visita a Marruecos de los reyes y que se ha ido aplazando desde la previsión inicial de que se realizara el pasado mes de enero.