JAVIER RODRIGUEZ / Fundador de la Coalición 25 de Marzo
«La Historia está del lado de los latinos en Estados Unidos»
El Mundo, 07-05-2006Mitad periodista, mitad activista, el veterano Javier Rodríguez ha despuntado como uno de los líderes más visibles de la oleada de movilizaciones de hispanos en Estados Unidos.Nacido en México hace 61 años, lleva desde los 12 en California y ha estado ondeando la bandera de los derechos de los inmigrantes durante tres décadas. Militó en el legendario Centro de Acción Social Autónomo (CASA), trabajó para la campaña presidencial de Jesse Jackson y ayudó a fundar la reciente Coalición 25 de Marzo por los Derechos de los Indocumentados. Junto a su colega Jesse Díaz, Rodríguez ha recorrido el país espoleando a los hispanos para que salgan a la calle y griten «¡Sí se puede!».
Pregunta. – Dicen que a este movimiento le falta un líder equiparable a César Chávez, el chicano que movilizó a los campesinos en los años 60 y 70…
Respuesta. – Este movimiento cuenta con una capa de líderes de varias generaciones y de muchos lugares distintos que por primera vez se han puesto a trabajar juntos. Cierto, no tenemos un César Chávez, o un Pancho Villa, o un Martin Luther King, pero en la diversidad está nuestra fuerza. Ahora estamos en la fase de construir ese entretejido de apoyo a los indocumentados.
P. – Dicen también que los hispanos están divididos, que será muy difícil que lo visto en la calle estos días cuaje de verdad en un movimiento…
R. – Yo creo que esto no hay quien lo pare, que caminamos por fin hacia una expresión nacional latina, después de 38 años peleando por los derechos de los inmigrantes… Lo que ha pasado estos días no ha sido por combustión espontánea. En el 86 logramos la primera victoria con la amnistía. Aquí, en California, habíamos tenido ya varios ensayos de huelga general. La agresión que sufrimos el 16 de diciembre, cuando el Congreso aprobó una legislación de tinte fascista para criminalizar a los indocumentados, nos puso a todos en guardia. La gente estaba tan sólo esperando una llamada para salir a la calle, y el 22 de abril nos reunimos en Chicago varios representantes latinos para coordinar las protestas.Los medios, las iglesias y los grupos comunitarios hicieron el resto. Así fue como empezó todo….
P. – Y ahora, ¿qué?
R. – Ahora vamos a crear una coordinadora nacional, y celebraremos seguramente una conferencia, no se sabe aún si en Washington o en Los Angeles. Hemos dividido el país en regiones, y el 10 de junio nos reunimos los del suroeste acá en Los Angeles, que por algo es la cuna y el bastión de este movimiento. El 25 de marzo, y por segunda vez el 1 de mayo, logramos cerrar la ciudad.Protestas como la de estos días, con más de dos millones de personas en la calle, no se han visto nunca en este país, ni siquiera durante la batalla por los derechos civiles.
P. – Hay quien piensa que el Gran Paro Americano fue una medida muy drástica, que ha servido para predisponer contra los inmigrantes a la mayoría de los estadounidenses…
R. – Eso son los zarpazos contra las paredes que lanza la derecha de este país. No ha habido backlash (retroceso). Las encuestas hechas después del Gran Paro demuestran que la mayoría de los norteamericanos están a favor de la legalización de los 12 millones o más de indocumentados. Lo que pasa es que este país no estaba acostumbrado a una huelga general, como pasa en Europa o en América Latina. Y lo más llamativo es que el paro se convocó sin el apoyo oficial de los sindicatos, únicamente por el impulso de la gente.
P. – Pero la respuesta al paro fue desigual, al menos en la costa este…
R. – Nuestra capacidad organizativa no llega a tanto, y había miedo a represalias en el trabajo. Tenga en cuenta que el indocumentado no tiene aquí ningún derecho, y mucho menos el derecho a la huelga.Eso es precisamente lo que pretendemos con la legalización, que alcancen los derechos de cualquier otro trabajador. No nos conformamos con un programa de trabajadores huéspedes, y denunciamos el intento de querer criminalizar al inmigrante.
P. – ¿Y qué ocurrirá si el Senado opta por una línea dura como la defendida por los republicanos en el Congreso?
R. – Seguiremos saliendo a la calle para defender nuestros derechos, y tendiendo puentes con la minoría negra y con otras comunidades de inmigrantes, como la asiática. Y haremos valer nuestro peso en las elecciones, ahora que somos la primera minoría del país.Yo no sé si ha despertado o no un gigante; sólo le digo que la Historia está del lado de los latinos en Estados Unidos.
P. – ¿No existe el riesgo de un recelo creciente entre la minoría negra, que ve peligrar sus conquistas?
R. – La minoría negra progresista está con nosotros. Jesse Jackson estuvo en Nueva York, en primera fila de las protestas. El apoyo a la legalización es incuestionable por los líderes negros. Lo que ocurre es que hay también líderes negros de derechas: no olvidemos que el juez Clarence Thomas votó a favor de Bush tras el fraude electoral de Florida…
P. – ¿Y los latinos de derechas?
R. – No podemos excluirles del diálogo, pero sabemos que no todos los grupos latinos van a estar en esta lucha. Muchas de las asociaciones que había hasta ahora son de clase media, y éste es un movimiento esencialmente obrero. Lo que sí queremos es llegar a líderes latinos como el alcalde de Los Angeles, Antonio Villaraigosa, como hijo que es de inmigrantes mexicanos y con raíces profundas en la izquierda activista.
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