DONOSTIA- Francia va a nombrar a un coordinador para que actúe de interlocutor único con el Estado a fin de corregir los problemas que, como ha ocurrido recientemente, puedan producirse en la frontera de Irun, donde el país galo ha devuelto a migrantes en contra de los acuerdos suscritos entre ambos estados.

Así lo aseguró el ministro galo del Interior Christophe Castaner, tras reunirse con su homólogo español, Fernando Grande-Marlaska, en su primer viaje de trabajo al exterior desde que fuera recientemente nombrado por el presidente francés, Emmanuel Macron, para ocupar esa cartera.

En una rueda de prensa conjunta, Castaner reconoció que se han producido problemas en la frontera hispano-francesa en materia migratoria que hay que “corregir” y que, por ello, ha decidido nombrar a un interlocutor “único” con el Estado de manera que “no nos desviemos de los acuerdos” suscritos.

Recientemente, como han recogido algunos medios, furgonetas sin distintivos han dejado en Irun a varios migrantes de raza negra devueltos por la Policía francesa.

El pasado 25 de octubre, Marlaska se refirió a este asunto y admitió que se estaba produciendo devoluciones de migrantes desde Francia a España que incumplían los acuerdos entre ambos países, si bien planteó que son “absolutamente puntuales” y que esa situación iba a ser corregida.

“FUERTE” PRESIÓN MIGRATORIATras el encuentro de ayer, el ministro francés, que quiso viajar antes a España para preparar su próxima visita de trabajo a Marruecos, reconoció que a pesar del descenso notable que cifró en un 95% de la inmigración en el conjunto de la Unión Europea, la presión migratoria en España es “muy fuerte”.

Y por ello abogó por buscar soluciones conjuntas que, entre otras cosas, sirvan para “corregir” los problemas en la frontera de ambos países.

También reconoció las divergencias dentro de la Unión a la hora de prevenir los flujos migratorios, diferencias que se constatan también entre España y Francia.

Lo importante en todo caso, manifestó Castaner, es llegar a un equilibrio entre “responsabilidad y solidaridad”, y en este sentido, lamentó que haya países que no sean solidarios con los flujos migratorios, como Italia. “No podemos permitirlo”, enfatizó.

“Les aseguro que Francia lo va a ser con España”, dejo claro el ministro del Interior galo, antes de insistir en que su país también vive situaciones parecidas a la de España como territorio de paso para muchos inmigrantes irregulares.

Así, recordó las 2.000 personas que estuvieron esperando en la ciudad fronteriza francesa de Calais para pasar al Reino Unido. Son, por tanto, “preocupaciones compartidas” por ambos países, subrayó el ministro galo. – Efe

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