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BARCELONA. El último borrador del anteproyecto de ley de prostitución del departamento de Interior de la Generalitat, que la próxima semana iniciará su tramitación, establece que la edad mínima para ejercer la prostitución será los 21 años.

Según confirmaron a Efe fuentes de la consellería de Interior, esta medida, que es la misma que se aplica en Alemania, pretende garantizar que la prostitución se ejerce libremente, que es una decisión meditada con madurez y evitar que las inmigrantes jóvenes que llegan a Cataluña caigan enseguida en el trabajo sexual. «Hemos tomado esta decisión después de comprobar que el gran volumen de mujeres traficadas tiene entre 18 y 21 años, además de las menores», explicó un responsable de la elaboración del proyecto de ley, cuyo último borrador será enviado la próxima semana a la comisión jurídica asesora para que inicie su tramitación y el gobierno catalán la pueda enviar al Parlament antes del verano.Las mismas fuentes puntualizaron que durante su tramitación «el anteproyecto de ley puede sufrir muchas modificaciones».

Entre otras cosas, el borrador de ley fomenta la fórmula de las «casas autogestionadas» por prostitutas con el ánimo de erradicar lo que la consellera de Interior, Montserrat Tura, llama «parásitos», es decir, los proxenetas que explotan a las mujeres.

La nueva ley también prevé que las trabajadoras sexuales se constituyan en cooperativas para alquilar locales en los que poder ejercer y no podrán hacerlo en espacios públicos, carreteras o las calles de las ciudades.

En una disposición transitoria, el anteproyecto deja abierta la posibilidad de que los ayuntamientos que lo deseen puedan delimitar áreas de tolerancia de la prostitución durante un período transitorio de un año a partir de la entrada en vigor de la ley para que las prostitutas puedan irse adaptando a la nueva reglamentación.

Un máximo de habitaciones Los burdeles, que estarán catalogados según su tipología y no podrán exceder de doce habitaciones – seis en el caso de las casas autogestionadas – , estarán prohibidos a menos de 250 metros de distancia de los colegios y no podrá haber dos en un radio de 500 metros.

Además, el anteproyecto de ley establece que la jornada laboral de las trabajadoras sexuales será de ocho horas diarias y hasta seis días por semana

Los responsables de Interior, que han debatido durante meses el borrador de ley con los otros departamentos de la Generalitat y con las asociaciones de mujeres y de prostitutas, han perseguido la finalidad de erradicar la prostitución ilícita, es decir, aquella en la que las mujeres son obligadas a ejercerla, y de regular y garantizar la seguridad de las trabajadoras sexuales que ejercen con su consentimiento.

«Lo que se pretende es que desaparezcan los intermediarios, que en este sector acostumbran a ser auténticos parásitos y se quedan un porcentaje elevadísimo», manifestó un responsable de Interior. El borrador de ley, del que se han hecho una veintena de versiones, también prevé que las habitaciones de los burdeles estén conectadas a una central de alarmas para evitar las agresiones a mujeres y limita la publicidad del sector, sobre todo el uso del cuerpo femenino en los anuncios de sexo.

Rechazo de las profesionales La Plataforma Comunitaria Trabajo Sexual y Convivencia rechazó ayer el borrador del proyecto de ley que prepara el departamento de Interior porque «es una ley de limitación, que hace invisible la prostitución y perjudica a las trabajadoras autónomas».

La portavoz de la plataforma, que agrupa a varias entidades de ayuda a las prostitutas, y miembro de la asociación Genera, Clarissa Velocci, se mostró partidaria de una ley que regule el ejercicio de esta profesión, pero rechazó el borrador preparado por la conselleria de Interior «porque va en la misma línea que la ordenanza cívica de Barcelona: es una ley de limitación, hecha con muchas prisas y sin consenso y que sólo regula a las mujeres autónomas».

En declaraciones a Efe, Velocci reconoció que su Plataforma ha sido convocada a varias reuniones en la consellería de Interior «pero no ha sido una consulta participativa real porque en las reuniones sólo nos explicaban su intención y nuestras propuestas no se han visto plasmadas en ningún texto».

Además, sobre la limitación de ejercer la prostitución antes de los 21 años, Velocci opina que va contra el Código Civil, que reconoce todos los derechos a partir de los 18. «Si a los 18 años una mujer es suficientemente madura para decidir el voto a un determinado político: ¿por qué no puede serlo para decidir en qué trabaja?», se preguntó la portavoz de la Plataforma.