Un citroën C – 1 atropelló y mató a Julio O. R. a las 21.40 horas del pasado 24 de abril cuando el hombre cruzaba la avenida de la Riera de Sant Llorenç de Viladecans. Lejos de socorrer al peatón, el conductor del vehículo se dio a la fuga a toda velocidad. Ocho días después, la policía nacional identificó y detuvo al presunto autor del mortal atropello, un chico de 15 años, es decir, menor de edad y sin permiso de conducir. También detuvo a su madre, propietaria del vehículo. A ambos se les imputa un homicidio imprudente.
Varios testigos dieron a la policía una descripción del coche y del conductor, al que identificaron como un muchacho muy joven de etnia gitana. Los agentes localizaron el automóvil, abollado por el golpe, aparcado muy cerca del lugar del siniestro y sin muestras aparentes de haber sido sustraído.

LA IDENTIFICACIÓN
Tras comprobar la matrícula, la policía descartó que hubiera sido robado e identificó a su propietaria, Rosa J. A., de 33 años, vecina de Viladecans y cuyo domicilio estaba muy cerca del lugar donde estaba aparcado el coche.
Avisados por los testigos del accidente de que el conductor podía ser un menor de edad, los agentes se centraron en la tarea de conseguir convencer al entorno del sospechoso de que se entregara. Al final, el pasado martes, madre e hijo acudieron voluntariamente a la comisaría de policía de Viladecans, donde fueron detenidos.
Tras prestar declaración, el adolescente fue puesto a disposición de la fiscalía de menores, que a su vez ordenó su puesta en libertad con cargos: delito contra la seguridad del tráfico y homicidio imprudente. La madre también quedó libre con los mismos cargos.

CON O SIN PERMISO
El único punto que queda por esclarecer del suceso es si la arrestada le había dejado el automóvil a su hijo o si éste lo cogió por su cuenta sin solicitar permiso. En todo caso, la policía considera que la madre es la responsable subsidiaria del atropello en tanto que la propietaria del coche y su conductora habitual.
Aunque la detenida supiera que su hijo se había llevado el Citroën
C – 1, es difícil que acabe reconociéndolo ante el juez, según indicaron ayer fuentes próximas a la investigación del caso.
La posibilidad que sí descartan los investigadores es que la madre viajara con su hijo como pasajera en el momento del accidente. El argumento es que todos los testigos del atropello coincidieron en la versión de que en el automóvil solo iba el conductor.