Trump pierde el control de la Cámara de Representantes y mantiene el Senado
Los demócratas se harán con el control de la Cámara de Representantes y los republicanos logran mantener el control sobre el Senado.El Partido Demócrata controlaba 195 escaños en la Cámara de Representantes y le hacía falta una ganancia neta de 23 para hacerse con la mayoría.
El Diario, , 07-11-2018La gran “ola azul” que esperaban los demócratas no ha llegado, pero a Donald Trump el agua le llega ya por la cintura. A esta hora parece evidente que la oposición recuperará la mayoría en la Cámara de Representantes por primera vez en ocho años. Con esa mayoría reciben innumerables instrumentos para investigar y complicar la vida a Donald Trump, además de la capacidad de iniciar un proceso de destitución o impeachment.
El Partido Demócrata controlaba anteriormente 195 escaños en la Cámara de Representantes y le hacía falta una ganancia neta de al menos 23 asientos más para hacerse con el control de la mayoría.
Pero a los demócratas se les ha resistido el ‘gran premio’. Sus posibilidades de recuperar el control del Senado y por tanto la capacidad de bloquear los nombramientos de Trump eran remotas, pero se han venido abajo muy temprano en la noche. De hecho, el partido del presidente tendrá una mayoría aún más holgada después de arrebatar algunos escaños que hasta ahora tenía la oposición.
Trump ya había adelantado en la recta final de esta campaña el argumento con el que defenderá los resultado de hoy: “he salvado el Senado con mi campaña”. Y parece que así es. El discurso del miedo a la inmigración ha logrado movilizar a los votantes del presidente y llevarles a las urnas, al menos en los estados donde es más popular. Él mismo ha tuiteado un mensaje inequívoco antes de irse a la cama: “Tremendo éxito esta noche. Gracias a todos”.
Tremendous success tonight. Thank you to all!
Aunque su presidencia se acaba de complicar, el legado de Trump en estas elecciones es más complejo. Con su insistencia en poner la inmigración ilegal en el centro del debate (y esa ficticia “invasión” de migrantes centroamericanos) puede que haya salvado su mayoría en el Senado. Pero al decantarse por la línea dura en vez de presumir de sus logros económicos, ha condenado a su partido a caer derrotado en la Cámara de Representantes, donde a esta hora parece claro que ha habido una auténtica masacre de republicanos moderados que hubieran preferido hablar más de las cifras de paro y menos de la frontera sur.
El partido republicano que sale hoy de las urnas se parece más a Trump: con un discurso más nacionalista e identitario, al haber perdido a muchos congresistas que estaban en el centro derecha. Los resultados de hoy son en realidad un buen retrato de la situación política de EEUU: la Cámara de Representantes es un reflejo más preciso del país en su conjunto, donde Hillary Clinton ya sacó más de tres millones de votos más que Trump hace dos años. Sin embargo en el Senado, donde el sistema de representación prima a los estados menos poblados, los republicanos tienen ventaja.
Aunque objetivamente los demócratas han obtenido un buen resultado, se quedan con un mal sabor de boca ante la derrota de algunos de sus candidatos más mediáticos. El mejor ejemplo es el de Beto O’Rourke, que ha estado muy cerca de lograr el milagro de que la conservadurísima Texas tuviera un senador demócrata por primera vez desde hace 25 años. El carismático congresista de El Paso ha estado muy por encima de lo que suele conseguir su partido, pero no ha podido dar a su partido esa victoria simbólica con la que querían ilustrar un gran ‘no’ del país a Trump.
El otro gran icono demócrata de estas elecciones era su candidato a gobernador de Florida, el afroamericano Andrew Gillum. Algunos veían en él al “nuevo Obama” pero también ha perdido contra un candidato fuertemente trumpista. En resumen, noche agridulce para los demócratas. Están muchísimo mejor que ayer, pero se han quedado muy lejos de lograr ese rechazo contundente al presidente con el que soñaban. Tratarán de verle a este resultado el lado bueno y dar valor a una victoria muy útil en la Cámara de Representantes, pero no nos engañemos: Trump se ha escapado vivo.
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