«Todo está bajo control». Así responde el Ministerio de Fomento a los tripulantes del ‘Aita Mari’, después de que denunciaran que el único impedimento para poder zarpar rumbo al Mediterráneo es un permiso de la dirección de la Marina Mercante solicitado hace ya tres meses. El Gobierno español se escuda en que todavía no ha vencido el plazo legal de seis meses para otorgar el visto bueno a la reforma del antiguo pesquero en un buque de rescate, y niega que ese permiso esté retenido, como afirman desde Salvamento Marítimo Hunanitario (SMH).

El pasado 22 de agosto la ONG envió a Madrid la documentación sobre la reforma, así como el informe positivo de Capitanía de Pasaia, puerto donde permanece fondeado el ‘Aita Mari’ mientras espera el momento de zarpar. «Recibimos esa solicitud de proyecto para poder actuar como barco de salvamento. Hay un plazo de seis meses para la contestación de Marina Mercante y estamos dentro del mismo», señalan fuentes del Ministerio de Fomento consultadas por este periódico, que por tanto niegan que dicho permiso se encuentre retenido. «Todo forma parte de la gestión burocrática pura y ordinaria», insisten.

Respecto a las declaraciones de los responsables del ‘Aita Mari’, quienes intuyen que detrás de este retraso podría estar la «presión» que está ejerciendo el gobierno italiano para que no haya barcos de rescate en la zona y evitar así tener que ofrecer sus puertos para que estos atraquen cargados de migrantes, desde Fomento afirman que son «meras especulaciones» a las que no van a entrar a responder.

Las mismas fuentes confirman que «la realidad es que se está estudiando la solicitud» y que existe un flujo de «comunicación entre Salvamento Marítimo, Marina Mercante y la tripulación del ‘Aita Mari’ para reunir toda la documentación necesaria» y que una vez esta sea revisada se tomará una decisión. «Todo lleva su trámite, lo demás no son más que rumores», insisten una vez más.

Una respuesta que ha sentado como un jarro de agua fría a los tripulantes del buque. «No nos parece razonable. Es una justificación válida solo desde lo administrativo, pero no desde lo social», afirma Iñigo Mijangos, presidente de Salvamento Marítimo Humanitario. «Entendemos que las cosas llevan su cauce, pero también creemos que tres meses son tiempo suficiente para firmar un permiso que cuenta con todos los papeles en regla y que ya ha sido aprobado por un ingeniero naval», recuerda. Mijangos explica que saben que la solicitud ha sido estudiada, «porque nos pidieron más documentación que ya fue enviada hace más de un mes», y reconoce que este retraso le produce «mucha impotencia».

El temor de la tripulación es ahora que Fomento decida agotar ese plazo oficial, que alargaría su situación hasta el mes de febrero. «No queremos el permiso para irnos de vacaciones, sino para evitar que sigan muriendo personas ahogadas en el mar. Esta actitud de Fomento demuestra una gran falta de sensibilidad y el coste de la misma no es otro que el de vidas humanas», denuncia Mijangos.
Más de 3.000 firmas

La ONG guipuzcoana ha lanzado además una campaña de recogida de firmas a través de la plataforma Change.org, una iniciativa que ya he recibido el apoyo de más de 3.000 personas. «El objetivo es que la gente sepa lo que está ocurriendo. El proyecto Maydayterraneo para rescatar a las personas que intentan llegar a Europa desde Libia es una respuesta de la sociedad ante la actitud impasible de las instituciones europeas», explica Mijangos, quien asegura que desde SMH seguirán «presionando y reclamando a Fomento» para que el ‘Aita Mari’ pueda zarpar cuanto antes.

El retraso en la salida de puerto del buque ha provocado además que algunos miembros de la tripulación se hayan embarcado en otro barco. Una vez reciba el permiso, solo necesitará un plazo de diez días para reunir todo el material necesario para llevar a cabo su primera misión. De momento, sigue amarrado.