Los agricultores de Lleida calculan que precisarán de unos 16.900 trabajadores para recolectar la fruta en el momento álgido de la cosecha, que se estima se producirá entre finales del próximo agosto y mediados de septiembre. La mayoría de esta mano de obra estará formada por temporeros, de los que 5.330 llegarán con contrato en origen de países extranjeros, según explicaron ayer el subdelegado del Gobierno central en Lleida, José Ángel Flores (PSC), y el delegado de la Generalitat, Jaume Gilabert (Esquerra Republicana).
La campaña – – que empezará dentro de pocas semanas con las labores de aclarado de los árboles – – se prevé abundante en cantidad y calidad de la fruta, de acuerdo con los cálculos de la Conselleria d’Agricultura y de las asociaciones agrarias. Para desempeñar los trabajos preparatorios de la cosecha durante este mes de mayo está previsto contratar a un primer contingente de 2.300 personas.
“Solo esperamos que sea una temporada sin conflictos, como la del año pasado, que quede dentro de la normalidad y de la legalidad”, señaló Gilabert, que ayer presidió la primera reunión de coordinación de todos los agentes sociales que participan en la cosecha.

MÉDICOS Y POLICÍAS
Al encuentro asistieron, además de una decena de ayuntamientos, sindicatos y representantes de administraciones públicas. Todos ellos tendrán que poner en marcha un dispositivo de asistentes sociales, médicos, agentes de los Mossos y de la Guardia Civil y oficinas móviles de contratación.
“Actualmente no hay indicios de que ésta pueda ser una campaña conflictiva”, aseguró el subdelegado del Gobierno, que admitió, sin embargo, que ya se ha empezado a detectar en las zonas agrícolas de Huelva la presencia de grupos de inmigrantes sin documentación en regla, procedentes de Canarias. Otros años, estas personas acababan llegando, en verano, hasta Lleida.