A principios de los años setenta, una época de gran agitación social con la encarnizada lucha por los derechos civiles como telón de fondo, un hombre llamado Ron Stallworth se convirtió en el primer detective negro del departamento de policía de Colorado Springs. Recibido con escepticismo por sus superiores y el resto de agentes, decidió hacer algo por su comunidad llevando a cabo una misión muy peligrosa: infiltrarse en el Ku Klux Klan y lograr ascender en sus filas para conocer de primera mano sus planes .

El director Spike Lee, cineasta consagrado a retratar la cultura afroamericana de Estados Unidos en películas clave como Malcolm X o Haz lo que debas, conoció la extraordinaria historia del agente a partir de un libro que el mismo Stallworth publicó en 2014 en el que detalla cómo fue la operación encubierta para entrar en las filas de esa violenta organización racista. Para ello, Ron contó con la ayuda de Chuck, un policía blanco judío, encarnado en la gran pantalla por un extraordinario Adam Driver.

Stallworth, que actualmente tiene 65 años y está retirado, consiguió embaucar por teléfono a David Duke, líder supremo de la organización, mientras Chuck quedaba en persona. Para no levantar sospechas, se coordinaron y trabajaron juntos mano a mano. Así fue cómo el protagonista, al que da vida en la ficción John David Washington, hijo de Denzel, actor fetiche del director, evitó que se llevaran a cabo muchos actos propagandísticos y terroristas del clan, además de alertar al Pentágono de que varios miembros de la organización eran militares en activo.

Ron no habló del caso hasta el año 2006, cuando explicó su historia en una entrevista a un periódico de Utah. La película cuanta con el sello propio de Lee y está salpicada con grandes dosis de humor, que hacen muy amena esta propuesta que en ningún momento deja de resultar comprometida con su denuncia de unos hechos del pasado. Pero también deja claro a través de un potente mensaje que lo que narra Infiltrado en el KKKlan no es cosa del ayer sino que se trata de una amenaza con la que se debe lidiar en la actualidad teniendo en cuenta los graves incidentes del año pasado en Charlottesville (Virginia), donde un coche embistió a un grupo de manifestantes que protestaban contra las marchas de supremacistas blancos. El suceso se saldó con la muerte de Heather Heyer, una mujer de 32 años, y la detención de su autor, James Alex Fields.

El filme, reconocido con el Gran Premio del Jurado en el pasado festival de Cannes, es uno de los estrenos destacados este miércoles 31 de octubre. Con motivo del puente de Todos los Santos, la cartelera se adelanta así para que podamos disfrutar de buen cine en estos días festivos.