Trump estudia quintuplicar los militares en la frontera con México

El potencial despliegue de 5.000 soldados superará la presencia militar de EEUU en Siria e Irak

El Periodico, , 29-10-2018

La última semana ha demostrado la peligrosa e incluso letal influencia de la retórica incendiaria del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Suben las voces que le reclaman moderación, pasos para minimizar la polarización. A ocho días de las elecciones legislativas, con el presidente empeñado en movilizar a las bases republicanas usando como una de sus principales armas la inmigración, es utopía.

Este lunes, con el país aún de luto por la matanza en una sinagoga de Pittsburgh cuyo responsable había expresado no solo posiciones antisemitas sino también contra los inmigrantes, Trump ha resucitado los ataques a la caravana de centroamericanos, principalmente hondureños, que entró el día 21 en México y avanza lentamente hacia la frontera con EEUU. En un tuit matutino Trump ha vuelto a hablar de “invasión”. Y ha advertido a los migrantes: “el Ejército les está esperando”.

Many Gang Members and some very bad people are mixed into the Caravan heading to our Southern Border. Please go back, you will not be admitted into the United States unless you go through the legal process. This is an invasion of our Country and our Military is waiting for you!

‘The Wall Street Journal’ ha avanzado poco después que el Pentágono estudia enviar hasta 5.000 militares en activo a la frontera, un despliegue que podría iniciarse este martes. Y aunque hace falta esperar a que se confirme la cifra definitiva que formará este contingente en una operación bautizada “Patriota Fiel”, donde los militares desempeñarán en principio labores de apoyo a la patrulla fronteriza y al Departamento de Seguridad Nacional, las estimaciones iniciales quintuplican la previsión anunciada hace una semana de enviar entre 800 y 1.000 soldados. Ya hay cerca de 2.000 miembros de la Guardia Nacional que Trump envió en primavera.

La decisión colocaría en la frontera sur más tropas de las que EEUU tiene en Siria e Irak. Y tiene un claro componente electoral para Trump. Los centroamericanos que entraron desde Guatemala el día 21 han recorrido escasos 350 kilómetros en México en ocho días. Por la vía más corta están a unos 1.500 kilómetros de la frontera con EEUU. Por la más larga, a 3.500. Tardarán varias semanas y hasta más de un mes en llegar. En ningún caso podría ser antes de las legislativas.

Conforme el éxodo avanza, además, el número de los integrantes de la caravana se va mermando. De los cerca de 7.000 que se calcula que empezaron quedan escasos 3.000. Cerca de 2.000, según las autoridades mexicanas, han pedido asilo en ese país. Las duras condiciones del viaje siguen llevando a algunos a tirar la toalla y solo este lunes 80 pidieron el retorno voluntario en San Pedro Tapanatepec y no realizaron el siguiente tramo hasta Santiago Niltepec. Y la tendencia es similar a la de la caravana de abril, cuando de los 1.500 integrantes solo 400 alcanzaron la frontera.

Aunque se han organizado después dos caravanas más, otra desde Honduras con cerca de 2.000 personas y otra de unas 800 desde El Salvador, las autoridades mexicanas y guatemaltecas siguen colaborando en el freno de los migrantes. El domingo hubo enfrentamientos en Tecún Umán entre la policía y los centroamericanos que intentaban cruzar a México y en ellos murió un joven hondureño de 26 años alcanzado por pelotas de goma.

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