CARAVANA MIGRANTES

Trump envía a 5.200 soldados a la frontera ante el avance de la caravana migratoria

Los militares se suman a los 2.100 uniformados de reserva desplegados en abril

El País, Joan Faus, 29-10-2018

El Pentágono anunció este lunes el despliegue de 5.200 soldados en la frontera con México ante el avance de la caravana de migrantes centroamericanos que se dirige hacia Estados Unidos, tal como pidió la semana el presidente Donald Trump. De ese contingente, 800 uniformados ya están de camino a Texas y el resto llegarán a finales de esta semana. Los militares, que irán armados, se suman a los 2.092 miembros de la Guardia Nacional, la unidad de reserva del Ejército que gestiona cada Estado, que fueron enviados el pasado abril por Trump cuando otra caravana de migrantes avanzaba hacia EE UU. El Departamento de Defensa también mandará aeronaves a la frontera y el contingente incluye a especialistas en ingeniería, policía militar y personal médico.

A una semana de las elecciones legislativas del 6 de noviembre, en las que su partido se juega mantener el control del Congreso, el republicano ha utilizado el éxodo de migrantes, que huyen de la inestabilidad en sus países, para atizar la retórica antinmigración que tan buenos frutos le dio en las presidenciales de 2016, cuando prometió levantar un muro con México para impedir la llegada de “violadores y criminales”. Según algunos cálculos, hasta 7.000 inmigrantes centroamericanos integran la caravana, iniciada en Honduras y que está ahora en México, donde las autoridades tratan de convencerles de que desistan de su objetivo de llegar a EE UU. Trump también anunció la semana pasada que cortaría la ayuda exterior a países centroamericanos por no detener el dramático periplo de los migrantes.

Horas antes del anuncio del Pentágono, el mandatario volvió a abrazar el discurso del miedo a la inmigración al calificar de “invasión” la caravana y al advertir a los migrantes que se encontrarán con militares desplegados en la frontera. “Hay muchos miembros de pandillas y gente muy mala mezclada en la caravana que se dirige a nuestra frontera sur. Por favor, den la vuelta, no serán admitidos en Estados Unidos a no ser que sigan el proceso legal”, escribió en Twitter. “¡Esto es una invasión de nuestro país y nuestro Ejército les está esperando!”.

Los dos últimos predecesores de Trump en la Casa Blanca, el demócrata Barack Obama y el republicano George W. Bush, también autorizaron el despliegue de la Guardia Nacional en la frontera tras el repunte en las llegadas de inmigrantes indocumentados. Los reservistas dieron apoyo logístico a la guardia fronteriza, que vigila los más de 3.000 kilómetros de los límites entre EE UU y México. Bush envió en 2006 a unos 6.000 efectivos de la Guardia Nacional, mientras Obama mandó en 2010 a 1.200. El objetivo de ambos era que ayudaran en la detención de inmigrantes que cruzaran ilegalmente la frontera y en la captura de drogas transportadas desde México.

Lo que es inusual es que un presidente envíe a soldados convencionales, en lo que supone una clara militarización de la frontera. Los 5.200 uniformados son una cantidad muy similar al contingente militar que tiene EE UU en Irak en la campaña contra el Estado Islámico, según los últimos datos disponibles. Y más que duplica los 2.000 efectivos en Siria que asesoran en la lucha contra los yihadistas. Aún así, el número de soldados en la frontera con México queda por debajo de los 14.000 militares desplegados en Afganistán, una guerra sin fin iniciada en 2001.

El Pentágono también enviará a helicópteros (con radares especiales para detectar a personas de noche), unidades médicas, aviones para transportar a personal fronterizo y alambres que podrían llegar a formar una reja de 270 kilómetros de longitud. “Es solo el principio de la operación”, dijo en una rueda de prensa el responsable del Comando Norte del Ejército, el general Terrence O’Shaughnessy, quien no descartó actualizar la cifra de soldados. El principal objetivo es “endurecer los puntos de entrada” a EE UU y cerrar “huecos clave” en la frontera.

“Vamos a garantizar la seguridad fronteriza y no vamos a permitir a un gran grupo [de personas] entrar ilegalmente”, agregó Kevin McAleenan, el comisario de la agencia de protección fronteriza de EE UU, quien prometió “tratar con humanidad en todo momento a los migrantes”. El anuncio del despliegue militar parece tener una finalidad disuasoria dado que la caravana todavía está lejos de EE UU y es posible que los migrantes decidan quedarse en México. Si se presentan en un puesto fronterizo en EE UU, tienen derecho a solicitar asilo aunque las posibilidades de recibirlo son escasas.

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