El pleno del Ayuntamiento de València ha aprobado hoy el Plan Municipal de Inmigración e Interculturalidad 2019-2022, que pretende “un cambio de enfoque desde una gestión meramente asistencial a otra basada en el reconocimiento de los derechos” de las personas inmigrantes.

La sesión se ha iniciado con un minuto de silencio de toda la corporación en memoria y homenaje a la política valenciana Carmen Alborch, fallecida ayer miércoles, que fue concejala de este ayuntamiento entre los años 2007 y 2011, en los que ocupó el cargo de portavoz del grupo municipal socialista.

El Plan Municipal de Inmigración e Interculturalidad 2019-2022, que ha salido adelante con los votos a favor del equipo de gobierno y en contra de la oposición, incluye 68 medidas, ha explicado concejala de Cooperación al Desarrollo y Migración, Neus Fábregas.

Según ha informado el Ayuntamiento, antes de la votación de ese punto ha tomado la palabra el representante de SOS Racisme, Papa Baila Ndong, quien ha felicitado al Consistorio por este plan y por las acciones efectuadas desde el año 2015 que han convertido a València, ha asegurado, “en la locomotora de las ciudades europeas en materia de políticas inclusivas”.

La concejala de Ciudadanos Amparo Picó ha lamentado que este plan “lleva a falsas expectativas al colectivo de personas inmigrantes”, y el tratamiento de los “manteros” genera “deslealtad con el pequeño comercio”, por lo que han votado en contra.

Por su parte, el concejal del PP Cristóbal Grau, ha criticado que el plan “carece de compromiso presupuestario”, y ha calificado alguna de sus iniciativas, como la “tarjeta de vecindad”, de “tomadura de pelo”.

La concejala de Migración, ha lamentado que los grupos de la oposición “no fijen su postura exacta respecto a la migración y a la población extranjera, que supone más del 16 % en nuestra ciudad”, y ha defendido que este plan supone “un cambio de enfoque sobre la gestión del fenómeno migratorio”.

El pleno ha aprobado también hoy solicitar a la Generalitat la delegación de competencias de la tercera fase del Pla Edificant, para impulsar actuaciones de mejora en el IES número 41 de Patraix y el CEIP Santo Ángel de la Guarda, y la adhesión al Plan del nuevo CEIP Zona Malilla.

En la sesión han salido también adelante, con el voto favorable del equipo de Gobierno y la abstención de la oposición, las ordenanzas fiscales para el próximo año 2019. Los grupos del PP y Ciudadanos han votado además en contra del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), y han exigido una rebaja del 3 % y del 7 %, respectivamente.

El concejal de Hacienda, Ramón Vilar, ha subrayado durante su intervención que la propuesta de ordenanzas “no ha suscitado críticas ni enmiendas” de ninguna asociación ni entidad profesional, empresarial o ciudadana, y ha recordado que València “se sitúa por debajo de la media de España en impuestos por habitante”.

El pleno ha aprobado asimismo por unanimidad el convenio urbanístico entre el Ayuntamiento de València y el Arzobispado que permitirá que pase a propiedad municipal el suelo de la actual plaza de la Almoina, donde se encuentra el Centro Arqueológico, así como la plaza de la Iglesia de Campanar.

Así, el Ayuntamiento y el Arzobispado intercambiarán parcelas por un montante superior a los 9,2 millones de euros, informa el consistorio.

Por último se ha acordado el reglamento del Servicio de Ayuda a Domicilio, SAD, que según la concejala de Bienestar Social, Consol Castillo, garantizará la atención inmediata a las emergencias y prácticamente a toda la población (92 %) susceptible de recibir las ayudas.