El número de personas que vive en la calle se duplica en Euskadi en dos años
Localizan en Donostia a 106 ‘sintecho’ de los 145 que pernoctan en Gipuzkoa Oiartzun, Bergara, Irun y Tolosa figuran entre los municipios con tasas más elevadas de sinhogarismo
Diario de noticias de Gipuzkoa, , 24-10-2018DONOSTIA- Los datos ya están sobre la mesa y a partir de ahora toca analizar por qué está aumentando la exclusión más severa en un contexto de recuperación económica. Es una de las primeras conclusiones que se puede extraer del recuento nocturno de personas que pernoctaron en la calle la pasada noche del 18 al 19 de octubre. Según el avance de resultados del estudio ofrecido ayer por el Gobierno Vasco, se pone de manifiesto una presencia “importante” de vida en la calle, que pasa de 274 a 435 personas en la CAV, duplicando prácticamente el registro de 2016.
Tal y como avanzó este periódico la semana pasada, el principal incremento se ha producido en dos de las tres capitales vascas. Una de ellas es Bilbao, de 112 a 211 sintecho. La otra es Donostia. La misma ciudad que se jacta de ser uno de los principales destinos turísticos ofrece, cuando se apagan las luces, una versión menos glamourosa, en consonancia con el proceso que experimentan otras ciudades europeas.
El aumento del número de personas sin techo obligadas a buscar cobijo en cajeros, bajo puentes o en cualquier rincón que permita pasar la noche es palpable en muchos barrios. La versión callejera de la exclusión severa afecta a 106 personas, muy por encima de las 48 registradas en el último recuento de hace dos años.
Barrios como Intxaurrondo, Loiola y el centro de la ciudad revelan, tal y como se pudo constatar en el recuento de la semana pasada, que la recuperación económica es un espejismo para quienes han quedado atrapados en la pobreza. Tomando algo más de perspectiva, con respecto a 2012, el número de personas convertidas poco menos que en parias al albur de un porvenir más que incierto ha crecido en 58 personas.
Casi todos son varones, algo que ocurre de manera generalizada en toda Euskadi. Según el avance de resultados del estudio, 390 de las 435 personas contabilizadas eran hombres, 26 mujeres, más una veintena que no pudo identificarse. La razón es bien sencilla. La mayor parte dormía al raso, cubriéndose con un saco, sin posibilidad de someterse al cuestionario que portaban los voluntarios.
FLUJOS MIGRATORIOSAtendiendo al tamaño poblacional de cada municipio, además de Bilbao y Donostia se observa que Oiartzun destaca por encima de la media, con seis personas localizadas de madrugada en la calle. Junto a Barakaldo cabe mencionar también otras localidades guipuzcoanas como Bergara (cinco personas);Irun (catorce) y Tolosa con cuatro.
Los flujos migratorios que recorren Gipuzkoa desde mediados de junio también han ocupado un lugar durante el recuento. Los equipos de personas voluntarias de Donostia e Irun localizaron un total de 104 migrantes en tránsito, alrededor de medio centenar en cada municipio.
En el caso de la capital guipuzcoana y, tal y como avanzó este periódico, el grupo fue localizado en la estación de autobuses. Al parecer, la policía francesa les había impedido el paso por la frontera unas horas antes. En el caso de Irun, las 52 personas localizadas habrían llegado en autobús algo antes de la media noche procedentes del sur del Estado. En ambos casos se trataba de personas de origen subsahariano y de migrantes en tránsito. Aunque se encontraban también en calle la noche del 18 de octubre, según precisa el documento elaborado tras el recuento, se ha valorado no incluirlas en la cifra total al considerar su situación diferente a la del resto.
Una vez realizado el primer esbozo, Lide Ambilibia, viceconsejera del departamento de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, indicó ayer que “si bien cuantificar el número de personas sin techo es complejo, estos recuentos sirven para acercarnos a una realidad muy cambiante”.
El Ejecutivo autonómico, las tres diputaciones, Eudel y varios municipios de la CAV están inmersos en el desarrollo de la Estrategia Vasca Para Personas Sin Hogar 2018-2021, con el fin de implementar políticas integrales de apoyo a esta realidad latente. “La inclusión de la persona excluida es una prioridad en nuestras agendas y, necesariamente, estamos preocupados por los resultados que arrojan las conclusiones del recuento”, admitió Amilibia.
Los municipios que han participado en el recuento abarcan al 66% de la población vasca, lo que arroja una muestra más que significativa de una realidad social que revela las necesidades crecientes de muchas personas que, ya antes de la crisis, se habían quedado atrapadas en la pobreza.
La muestra se basa en la experiencia de los recuentos censales nocturnos realizados, de forma cada vez más habitual, en ciudades del entorno y en muchas de las grandes ciudades del mundo, constituyendo una metodología de indudable valor para conocer “la fotografía” a partir de la cual poder actuar.
IMPLICACIÓN CRECIENTEEn la CAV los recuentos se llevan a cabo desde 2010. Comenzaron en Bilbao, y un año más tarde en Donostia. Esta metodología no ha hecho más que sumar municipios desde entonces, y este año han participado un total de 26, entre ellos Arrasate, Bergara, Donostia, Eibar, Errenteria, Hernani, Irun, Legazpi, Oiartzun, Pasaia y Tolosa. Los datos ofrecidos ayer no son más que un esbozo del IV estudio sobre la situación de las personas en exclusión residencial grave en la CAPV, que se hará público a finales de 2019.
El recuento ha sido posible gracias a la participación de 919 voluntarios y la colaboración y el trabajo coordinado de ayuntamientos, diputaciones forales, Gobierno Vasco y entidades del tercer sector de acción social.
En Gipuzkoa salieron a la calle un total de 339 voluntarios, las dos terceras partes de ellas mujeres, organizadas en grupos y por zonas. Realizaron el trabajo de campo en calle entre las 22.00 horas y las dos de la madrugada. Además de Donostia, donde 104 voluntarios participaron en la muestra, destacan localidades como Bergara, con 46 participantes y Eibar con 31.
El procedimiento seguido fue el mismo en cada municipio. Entre una y dos horas antes de iniciarse el recuento, los equipos promotores convocaron a todo el voluntariado en un mismo lugar. En el caso de Donostia, fue el salón de plenos del Ayuntamiento el que abrió sus puertas para acordar algunas instrucciones básicas y aclarar dudas.
El cuestionario al que fueron sometidas las personas que estaban en condiciones de responder estaba compuesto por 31 preguntas. El objetivo era conocer las características sociodemográficas básicas de las personas localizadas, así como su situación administrativa, estado de salud o relaciones sociales.
La ficha se rellenó en los casos en los que se localizó a personas en la calle, mientras que el cuestionario se aplicó con las personas localizadas que estaban despiertas y quisieron ser entrevistadas. Para completar el recuento de forma simultánea también se realizaron recuentos durante la misma noche en los diferentes centros y servicios con alojamiento ubicados en los tres territorios para atender a personas de este perfil.
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