La operación Tritón evidenció el pasado viernes la presencia de latin kings en la Región con la detención de 23 presuntos miembros de la banda latinoamericana, de los que sólo uno permanece en prisión, asentados en municipios como Los Alcázares, Torre Pacheco y Fuente Álamo. Así la Guardia Civil dio por oficialmente desmantelada la infraestructura de la banda, a pesar de que desde la Delegación del Gobierno se había negado la existencia de latins en en la Región. Esta operación ha provocado que se empiece a conocer un poco más de cerca el funcionamiento de este grupo y que así salgan a la luz en qué consisten las espeluznantes pruebas que los chavales tienen que llevar a cabo para poder ingresar en la banda.

El pasado martes, en el programa El Debate, de Canal 6, la representante de la asociación Asolatines (inmigrantes latinoamericanos), Ivette Durán, explicó que «algunas de estas pruebas previas para ser un auténtico latin king consisten, por ejemplo, en que sean capaces de violar a una chica española o cometer un atraco; todo lo que sea noticia y así les enaltezca y les haga más fuertes».

Durán manifestó que «detrás de este tipo de bandas está el trasfondo social de la inmigración: la soledad, el abandono; esos chicos buscan fuera del hogar lo que en éste se les niega». La fiscal de menores del Tribunal Superior de Justicia de Murcia, Mercedes Soler, reconoció, en cuanto a la operación Tritón, que «supuestamente se ha desmantelado la cúpula de dos centrales de Latin Kings en Los Alcázares y Fuente Álamo además de la excisión de Rapper Boys en Torre Pacheco». La fiscal señaló que «hay mucha documentación – entre ocho y diez tomos – y material incautado en mano de los jueces que autorizaron los registros domiciliarios; ahora comienza la investigación judicial».

En cambio, el abogado de dos de los presuntos miembros de la banda, uno de ellos en prisión, señaló que «la operación policial es, con todo el respeto, desproporcionada en relación a los resultados obtenidos».Pérez Avilés, defendió que «no conozco otro caso en el que después de tantos registros domiciliaros no se haya encontrado ni una sola arma ni droga», al tiempo que explicó que «lo único que se ha encontrado es algunas camisetas, la existencia de ciertas cuotas entre los chavales para parrilladas, algunos viajes a Madrid; algo que podríamos catalogar como un ocio mal empleado y lo que podría ser el embrión de un fenómeno de pandillismo, nada más».

Francisco Sánchez, presidente del Consejo Local de la Juventud, denunció que llevan más de seis meses esperando una reunión con el delegado del Gobierno y pidió «que se ponga en marcha un plan de trabajo coordinado que ataje la delincuencia juvenil».