Las asociaciones de padres y madres de alumnos de la escuela pública lanzaron ayer la señal de alerta en el Parlamento vasco: las aulas de ese sistema pierden alumnos de año en año en beneficio de los colegios concertados. Los afectados culpan a la mala gestión de Educación de que se haya roto el equilibrio entre redes acordado en el pacto educativo de 1991. Desde ese año hasta el curso pasado las escuelas han cedido entre dos y siete puntos en el reparto en algunas etapas. El pasado año el 46% de los alumnos estudiaba en escuelas públicas frente al casi 49% de hace quince años. En ESO la caída es mayor, se ha pasado de un 49% en 1994 a un 42% en 2005.

El PSE había invitado a la federación de agrupaciones de padres y madres EHIGE a que acudiera a la comisión de Educación de la Cámara para exponer la situación de la escuela pública. Los responsables de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya destacaron el «preocupante retroceso de la enseñaza pública», y dibujaron un panorama negro para el futuro de esta red. «No hay una apuesta del Gobierno por la enseñanza pública. Hace falta mayores inversiones o puede acabar como red subsidiaria de la privada», se lamentaron.

Los padres argumentaron que las familias sí apuestan por enviar a sus hijos a la pública, pero se encuentran con obstáculos. «Esa voluntad no se materializa luego a la hora de las matrículas», señaló el presidente de la federación en Guipúzcoa, Imanol Zubizarreta. ¿Por qué? No lo dudan: «Hay una mala planificación del Departamento de Educación. El mapa escolar se dibujó en contra de la pública», añadió. En concreto, se quejan de que la oferta de plazas por zonas no se ajusta a las necesidades reales, a la demanda de la sociedad.

Las escuelas están perdiendo la carrera frente a los centros concertados también, subrayaron, porque asumen el peso de la inmigración. La enseñanza pública soporta «más del 70% del alumnado inmigrante», recordó la responsable de la asociación vizcaína, Ana Izagirre. «Hay escuelas con un 60% de extranjeros. Los padres huyen de esos centros», dijo. Su compañero de Álava, Juan Carlos Alonso, opinó que la «mala gestión en políticas de integración de inmigrantes traerá consecuencias graves».

Las escueles e institutos públicos juegan, además, con el handicap de no disponer de un proyecto común para todas las etapas, advirtieron. «Los colegios concertados ofrecen en un mismo centro un proyecto pedagógico de 0 a 18 años. En la pública, de 0 a 2 años están las haurreskolak que quieran abrir los ayuntamientos, de 2 a 12 van a una escuela, de 12 a 16 se trasladan al instituto y el bachillerato o la FP, en ocasiones, se hace en otro lugar», dijo Izagirre.

Sistema «equivocado»

Las asociaciones de padres adelantaron que en el futuro la balanza se inclinará aún más hacia el lado de la privada porque la pública no está haciendo cantera. «La gestión del 0 a 3 años se hace mal», aseguraron. «Las haurreskolak, de 0 a 2 años, son tan caras o más que los colegios y ofrecen menos servicios, como comedor o transporte». No hay plazas suficientes en aulas de 2 años, principalmente en grandes núcleos urbanos de Vizcaya. «Este año se han quedado fuera niños en escuelas de Bilbao, la margen derecha e izquierda, Vitoria o Basauri», afirmaron.

El sistema de baremos para lograr una plaza pública es, a su juicio, «equivocado» y perjudica a la comunidad educativa. «Si primas los ingresos bajos vas a dejar las escuelas para pobres y los colegios concertados para ricos. Habría que suprimirlo», señaló Zubizarreta. La escasez de plazas en algunas zonas es tan grave que ha provocado, aseguró Izagirre, que las familias «falseen los datos de empadronamiento».

La lista de quejas no acaba ahí. «Los edificios necesitan inversiones para reformas, no funcionan los consejos escolares, hace falta ofertar más servicios que ayuden a los padres a conciliar vida laboral y familiar, y nuevos profesionales para afrontar los retos actuales», enumeró Alonso. Citó como ejemplo que el acoso se produce en horas de comedor, «cuando los niños están al cuidado de empleados de las empresas de ’catering’».

Las críticas no gustaron nada a EA, partido que dirige el Departamento de Educación. La parlamentaria Idoia Cuadra defendió la gestión de la consejería y lanzó algunos datos para que reflexionaran los padres. «La red pública dispone de más recursos económicos y un ratio de alumnos por profesor más bajo que la privada. Las asociaciones deberían preguntarse por qué las familias no optan por la pública», les espetó.