Los conflictos entre dos clanes de traficantes de droga aumentan la tensión en Lo Campano
Un enfrentamiento entre narcos de la misma familia enciende la alarma entre los vecinos, que exigen a la Policía que actúe antes de que «esto se convierta en una merienda de negros»
La Verdad, 03-05-2006Los vecinos de Lo Campano están asustados. Un miembro de una de las bandas delictivas recientemente desmanteladas se pasea por el barrio armado porque otro clan – formado por una familia de etnia gitana que controla un garito de la zona – se la tiene jurada. De momento, se han registrado dos tiroteos en los últimos quince días, y los vecinos temen que el clima de inseguridad crezca «si la Policía no actúa de forma inmediata», dice un portavoz de la asociación de vecinos.
Todo comenzó el sábado 22 de abril. El individuo que camina a menudo por la zona comprendida entre la avenida Sánchez Meca y la calle Orotava fue como tantas otras veces a buscar cocaína, heroína y hachís a la casa donde suele hacerlo habitualmente. El encargado del garito le dijo que tenía órdenes de no darle la droga a no ser que la pagara «como todo el mundo». El peculiar cliente respondió con un tiro en un brazo. El vendedor de droga, primo de su agresor, resultó herido leve.
Ocurre que este hombre «es el más chulo del barrio y hace un tiempo que se quedó sin garito propio. Desde entonces, tiene amenazados a los gitanos y cada vez que quiere llega allí y se lleva la cantidad de droga que quiere y no paga nada. Lo que pasa es que los gitanos se han cansado ya y eso va a terminar muy mal», cuenta otro vecino.
La venganza
La respuesta al intento de homicidio del 22 de abril (así lo considera la Policía) llegó el pasado domingo. El grupo de gitanos estaba esperando a que el hombre que hirió a uno de los suyos apareciese de nuevo por los alrededores de su casa. Y ocurrió a la hora de la siesta. El individuo, como estaba cantado, fue recibido a tiros. Hubo un intercambio de disparos, aunque nadie resultó herido de gravedad. Al menos, nadie apareció por el hospital del Rosell ni por ningún centro de salud.
El comisario jefe de Cartagena, José María García, quiso tranquilizar ayer a los que viven en la zona y afirmó que el principal sospechoso del tiroteo «está totalmente identificado» y que se «está avanzado en la investigación para detener al principal culpable».
Está escondido
El problema radica en que este hombre, de mediana edad y familiar de sus enemigos declarados, aún no ha podido ser localizado en los domicilios que los agentes han visitado y dónde se sospechaba que podría estar escondido.
«Seguimos trabajando y, aunque aún no se ha localizado a este individuo, se podrá completar la operación», añadió García. Sin embargo, este mensaje no calma «ni a los que vivimos aquí ni a los que vienen a trabajar todos los días al barrio y se juegan el pellejo», comentan desde la asociación vecinal.
Las mismas fuentes consideran «una barbaridad que la Policía pase por la puerta de donde ha pasado todo y no se lleven al culpable. Saben perfectamente quién es y dónde está, pero no lo cogen. Mientras, nosotros estamos asustados porque esto es una merienda de negros», señalan los vecinos. La policía podría aprovechar este asunto para dar otro golpe al tráfico de drogas en el barrio.
(Puede haber caducado)