Lucha contra el «efecto llamada»
La Razón, 03-05-2006El ministro del Interior francés, Nicolas Sarkozy, defendió su proyecto de
ley de Inmigración, cuya tramitación parlamentaria comenzó ayer en la
Asamblea Nacional (Cámara Baja), que prevé un endurecimiento de las
condiciones para acceder a la residencia en el país vecino, el aumento del
número de expulsiones de clandestinos y un contrato de integración por
medio del cual los inmigrantes se comprometen a aprender francés y
respetar la ley. El dirigente criticó la «irresponsabilidad» de los
dirigentes del Partido Socialista que han propuesto una regularización
masiva de inmigrantes. «Las operaciones de regularización global de
inmigrantes son muy peligrosas, porque crean un efecto llamada», explicó
Sarkozy en la Cámara Baja. Respecto a las críticas por la dureza de la
ley, Sarkozy explicó que si los partidos clásicos de izquierda y derecha
«no se ocupan de las preocupaciones de los franceses», como la
inmigración, los extremos políticos aumentarán sus votos. La ley pretende
implantar el principio de que Francia elija a los inmigrantes según sus
competencias profesionales y su capacidad de acogida, y no sólo por
razones humanitarias. El líder del partido centrista UDF, Francois Bayrou,
dijo que no votará esta ley «publicitaria», un reconocimiento al carácter
electoralista de este proyecto, mientras la diputada y ex ministra
socialista Martine Aubry se mostró a favor de una «fuerte regularización
de los sin papeles» y una «verdadera» política de inserción.
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