El PSOE no detecta síntomas inquietantes a corto plazo en el reagrupamiento de la extrema derecha
ABC, 03-05-2006
G. L. A.
MADRID. La «agitación» de la extrema derecha, que – como informó ayer ABC – planea agrupar a varias formaciones de esa tendencia para concurrir en coalición a las elecciones generales de 2008, no es, por el momento, vista con preocupación en el PSOE. De hecho, fuentes de su dirección confesaron que ni siquiera es un asunto al que hasta ahora le hayan prestado atención, aunque añadieron que, si se consolidan los movimientos anunciados, habrá de ser objeto de observación.
A priori, en la dirección del PSOE se descarta que, incluso en el caso de producirse ese reagrupamiento de fuerzas, pueda tener una repercusión electoral significativa en el corto plazo.
El PSOE siempre ha destacado como un mérito incuestionable de José María Aznar haber «aglutinado a toda la derecha, incluida la extrema derecha», por lo que los grupúsculos que han permanecido «vivos» o en «letargo» al margen del PP se han considerado «marginales».
La negociación entre varias de estas fuerzas para promover una coalición electoral ha cogido por sorpresa a los dirigentes socialistas, hasta el punto de que su análisis de las posibles causas no es coincidente, si bien tampoco es necesariamente contradictorio.
Así, el secretario de Política Autonómica, Alfonso Perales, atribuyó su posible reunificación a que «personajes tan poco presentables como el portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana», recorran España «mintiendo y alimentando los vientos para que la extrema derecha se sienta reunificada», según informa Europa press.
A su juicio, este movimiento se ve alimentado por el discurso de que «España está destruida, rota y balcanizada», lo que «alienta el radicalismo» y hace que los partidos de extrema derecha «se vean reconocidos». Perales concluyó que, aunque «todos tienen derecho a defender sus ideas de acuerdo con el sistema democrático, un fortalecimiento de la extrema derecha no es una buena noticia».
Otros dirigentes apuntaron, sin embargo, que ese resurgir de la extrema derecha puede obedecer a que, a causa de su propio discurso de «ruptura de España», las posiciones que el PP mantiene como reacción a su propia denuncia pueden resultar «tibias» paras los más radicales. El PP, aunque fue requerido por ABC, no quiso hacer ningún comentario.
Ante la evidencia de que, junto con la unidad nacional, el rechazo de los inmigrantes es divisa de la extrema derecha en todos los países, el PSOE apuesta por mantener políticas de «control estricto» de las entradas y de integración para evitar la formación de guetos.
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