«Todos somos inmigrantes»
ABC, 03-05-2006
M. GALLEGO
NUEVA YORK. Muchos estadounidenses que no son de origen hispano se encontraron el lunes reflejados en la convocatoria. «Todos somos inmigrantes», decían algunos carteles.
Jeff Gold es de Brooklyn, pero el lunes aguantaba con una mano esa pancarta y con la otra una bandera de Haití en la que se podía leer «L´union fait la force», como parte de la cadena humana formada en la calle de Canal Street, arteria del barrio chino de Nueva York. «He nacido en Estados Unidos gracias a que mis abuelos tuvieron la valentía de venir hasta aquí desde el Este de Europa cuando les estaban persiguiendo los nazis», explicaba. Su causa es la de la atención médica universal, pero el movimiento de los hispanos está aglutinando muchas protestas sociales frustradas por su falta de eco. No ocurre todos los días, ni todos los años que una manifestación alcance el millón de personas en EE.UU., por mucho que esa cifra salga de sumar a todo un país en que la población es seis veces mayor que la española.
Allí estaba también el reverendo Jesse Jackson y su «Raimbow Coalition», porque por un día negros e hispanos dejaron de pelearse en el Bronx. Esta extraña coalición de negros, hispanos, anarquistas y judíos hizo que los racistas de la América profunda se sintiesen más acorralados que nunca.
La CNN dijo estar inundada de llamadas y mensajes coléricos de quienes creen estar perdiendo su país a manos de extranjeros. En los establecimientos que colgaron en la puerta el cartel de cerrado explicando que sus empleados no habían ido a trabajar, los más airados pintaron «¡Despídelos!». Y es ahí donde, temen algunos, el «melting pot» que es Estados Unidos puede empezar a hervir.
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