Sociedad

India deportará a siete rohinyás detenidos desde 2012, denuncia abogado

El Periodico, Agencia EFE, 04-10-2018

Siete miembros de la minoría musulmana rohinyá detenidos en la India en 2012 por cruzar ilegalmente al país serán deportados posiblemente mañana a Birmania (Myanmar), pese a las advertencias de las organizaciones de derechos humanos sobre los graves riesgos que corren, informó hoy a Efe su abogado.

“Los siete rohinyás detenidos en 2012 serán deportados a Birmania durante el día de mañana, y aunque hasta ahora han estado en un centro de detención, es un hecho que serán trasladados”, denunció el abogado y activista Prashant Bhushan, que representa al grupo.

En este momento “es probable que estén siendo llevados desde el centro de detención de Silchar”, en el estado nororiental de Assam, al vecino estado de Manipur, fronterizo con Birmania, agregó.

Bhushan, que presentó ante el Tribunal Supremo una petición para detener la deportación de los rohinyás, condenó la posible expulsión de la India como una “violación de los derechos fundamentales” de los detenidos que, dijo, corren un “grave” riesgo al volver al sitio del que huyeron para salvar sus vidas.

La relatora especial de la ONU para el racismo, Tendayi Achiume, expresó también ayer su alarma ante el traslado de los siete hombres a Birmania, afirmando que el regreso forzoso de estos podría constituir una violación del derecho internacional.

“El Gobierno indio tiene un obligación legal internacional de reconocer plenamente la discriminación institucionalizada, la persecución, el odio y la graves violaciones a los derechos humanos que estas personas han enfrentado en su país de origen”, dijo Achiume en un comunicado.

Aunque las autoridades indias no han confirmado las deportaciones, el letrado insistió en que estas medidas se ejecutarán a pesar de que hace un año el Tribunal Supremo paralizó cautelarmente la deportación de los rohinyás.

La India no forma parte de la Convención de los Refugiados de 1951 y carece de una legislación de protección para ellos, aunque tradicionalmente ha mantenido una política de acogida, como ha hecho con los tibetanos o los afganos huidos del conflicto de su país durante los años 80 y 90 del siglo pasado.

Sin embargo, hace un año, en medio del éxodo de rohinyás por la violencia en Birmania, que empujó a más de 700.000 miembros de esta minoría a Bangladesh, el Gobierno indio endureció su postura con relación a esta comunidad, afectando incluso el estatus de los 40.000 miembros de este grupo que viven en el país desde hace años.

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