Altar callejero por un joven asesinado
El Mundo, 03-05-2006No te olvidaremos Emiliano». Esta era la frase que presidía el pequeño altar creado por los familiares y amigos del joven apuñalado en la calle del Amparo a las 11 de la noche del pasado lunes.Hugo Emiliano G. T., de 20 años, falleció en la Fundación Jiménez Díaz a causa de los navajazos que recibió tras participar en una pelea por una cancha deportiva. Sufrió cuatro heridas de arma blanca en el abdomen, el tórax y el brazo izquierdo que fueron atendidas por efectivos del Samur en el mismo lugar de los hechos.
La pugna surgió por un partido de baloncesto. Dos grupos, uno de ecuatorianos y otro de dominicanos, querían jugar un partido de baloncesto en unas canchas deportivas situadas entre la Estación de Embajadores y la de Atocha. Pero sólo había espacio para uno.
La pelea llegó hasta el número 90 de la calle del Amparo, en el barrio de Lavapiés. Ahí fue donde Emiliano fue apuñalado.Las primeras investigaciones del Cuerpo Nacional de Policía llevaron hasta un joven dominicano de 15 años, que fue detenido en las inmediaciones del lugar de los hechos el pasado lunes. Pero las investigaciones acabaron dirigiendo las miradas hacia el hermano mayor del detenido, también dominicano y perteneciente a la banda latina Doiminican Don’t Play. Según fuentes policiales, es probable de que se trate del autor material de las puñaladas.
En el barrio la gente se mostraba incrédula. Pocos querían hablar.«Hay miedo en el ambiente, tanto por las bandas de adolescentes como por lo que pueda pasar si te ven hablando con alguien, porque también se rumorea que hay mucha policía secreta por aquí», confesaba un comerciante de la zona.
Pese a todo, nadie pasaba por el número 90 de la calle del Amparo sin reparar en el altar hecho por el hermano de Emiliano y sus amigos Oscar, Cristina, Edwin, Damian… Seis cirios grandes y 36 pequeños daban forma un corazón rojo edificado alrededor de un trozo de cartón lleno de dedicatorias destinadas a honrar la memoria del asesinado. Junto a ellas, dos vasos con flores, un pequeño oso de peluche y un rosario azul. Si alguien tiraba una vela al pasar, un vecino la volvía a poner en sus sitio.Si una llama se apagaba, un espontáneo volvía a encenderla.
Los amigos de emiliano: «siempre estará en nuestro corazón»
«No conoceremos persona más buena que tú, con un corazón tan grande.Sé que irás al cielo, ya que te ganaste con creces tus alas, ángel. Siempre estarás en nuestra mente y en nuestro corazón.Fuiste una inspiración para los demás, ya que tu bondad fue muy grande y pura». Estas palabras daban forma a una de las dedicatorias en honor a Emiliano. Escrita por una amiga suya en una pegatina de Disney, toda la inocencia de los personajes cinematográficos se convertía ahora en tristeza y melancolía.
Cosa parecida pasaba con el escrito de ‘La Negra Kerly’ y su hija. Ellas llamaban a Emiliano ‘El Abuelo’ pese a que en el momento de recibir las puñaladas sólo contaba con 20 años. Ellas no sólo aseguraban que iban a echar de menos los consejos de su amigo, sino que prometían guardar para siempre su recuerdo, o, en el mejor de los casos, hacerlo hasta que «todos juntos nos veamos allá arriba».
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