La serie documental “Pasaje de ida”, presentada hoy en Buenos Aires, cuenta las historias de vida de algunas de las 52.000 personas censadas en Argentina con origen en Castilla y León, la segunda región de España con más representación en el país austral después de Galicia.

El productor y presentador de la serie, Alberto Arija, dijo a Efe en el estreno en la Embajada de España en Argentina que su proyecto es “un ejercicio de justicia poética” que deben contar “quienes los pasaron y con sus propias palabras, porque sería tremendo dejarlos marchar con sus historias y perderlas para siempre con ellos”.

“Pasaje de ida”, que cuenta con una subvención de la Junta de Castilla y León, tiene ya tres episodios rodados de los cuales el primero se estrenará en Internet el próximo 3 de octubre, pero la intención de Arija es completar una temporada de 13 episodios que cuenten los casos de varios castellanoleoneses al otro lado del Atlántico.

“Sus historias son parte de la historia del desarrollo de Argentina y parte de la historia de España”, consideró Arija, periodista de Palencia que durante muchos años ejerció en radios como la Cadena SER y Radio Nacional en Castilla y León y que vive desde hace seis años en Argentina.

Arija subrayó que, si para él supuso un “desarraigo” abandonar España, “para la gente que vino entonces” tuvo que ser aún mayor porque “emigrar hace que de alguna manera siempre tengas una mirada a tu mundo anterior” y es “sacar las raíces de la tierra donde naces y aguantar el tirón hasta que esas raíces se meten otra vez en tierra nueva y arraigan”.

Se trata, en lo global, de transmitir una enseñanza para una Europa que, según Arija, ha “perdido la memoria” con la migración, ya que en la actualidad, aseguró, niega la entrada a personas que atraviesan la misma situación que sus antepasados europeos vivieron hace menos de un siglo al emigrar a América.

El episodio piloto cuenta la historia de Maite Michelón, presente en el estreno, que se marchó a Argentina contra su voluntad y con una historia de amor que la emigración frustró.

Michelón, que en la actualidad aún reside en la capital argentina y dedicó parte de su vida a trabajar en el Consejo de Residentes Españoles en Buenos Aires, sobrevivió a la Guerra Civil en Castilla y León y después se marchó con su familia al País Vasco.

Con 16 años, conoció a un futbolista del Athletic Club, José Egusquiza, que militó dos temporadas en el cuadro rojiblanco en la década de 1950, del que se enamoró; pero al poco tiempo de marcharse a Argentina acabaron la relación, ella se casó con un hombre que nunca la trató bien y al enviudar, 40 años después, regresó a buscarle a Bilbao.

Lo encontró, él nunca se había casado y, aunque tampoco lo hicieron cuatro décadas más tarde, sí pudieron pasar un tiempo juntos antes de que él falleciera y ella volviera a Argentina con sus hijas.

Las historias diversas de “Pasaje de ida” cuentan situaciones como la de un adolescente al que su pueblo agrícola se le queda pequeño y busca nuevas aventuras y la de un hombre que, en su nueva casa en Buenos Aires, logra tener éxito profesional y hacer dinero.

Arija recordó la frase de uno de ellos, Moisés Garganes, quien durante su entrevista, y aún con acento español, dijo que su patria es el suelo que pisa.