Cuatro nuevas pateras llegaron en las últimas horas a la costa de Alicante sin que fueran detectadas por los radares del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE). Las embarcaciones fueron localizadas en l’Alfàs del Pi, Calpe y Pilar de la Horadada. La Guardia Civil rescató a dos ocupantes de una de estas pateras, al parecer menores de edad, que pedían auxilio en unas rocas en la zona del Faro de l’Albir. Los agentes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Alicante auxiliaron a los jóvenes después de avistar una embarcación que se encontraba a la deriva. Tras realizar una batida por la zona, los guardias civiles localizaron a los inmigrantes y los rescataron desde la patrullera. Los menores hicieron señales de socorro a los agentes para que les ayudaran a salir de las rocas.

Además de estos dos jóvenes, la Guardia Civil detuvo a otros cuatro inmigrantes, todos ellos argelinos y en buen estado de salud, en la costa de l’Alfàs del Pi. Según las primeras investigaciones, estos varones eran ocupantes de la patera que estaba a la deriva y dos de ellos podrían ser también menores de edad. Tras detectar la embarcación, la Guardia Civil estableció un dispositivo de búsqueda para tratar de localizar al resto de inmigrantes que consiguieron alcanzar la costa.

En la madrugada del domingo llegaron otras dos pateras a Cala Redonda en Pilar de la Horadada, y la Guardia Civil detuvo el domingo por la mañana a cinco varones en Torrevieja que vagaban por la calle y que habrían llegado en las embarcaciones halladas en Pilar de la Horadada, según informaron fuentes de la Comandancia de Alicante.

Estas dos pateras fueron detectadas sobre las 0.45 horas de la madrugada. Un vecino llamó al 112 para alertar de su llegada y del posterior desembarco de un grupo numeroso de inmigrantes. Esta playa se encuentra a tan solo 200 metros del cuartel de la Guardia Civil de Pilar de la Horadada, y a dos kilómetros de distancia aproximadamente de radar del SIVE. Varias patrullas de la Guardia Civil acudieron con urgencia a la cala, pero los inmigrantes salieron corriendo y lograron eludir el cerco policial.

Una cuarta embarcación fue descubierta en la playa Les Urques de Calpe. Los ocupantes de esta patera también consiguieron desembarcar. Cruz Roja activó un dispositivo para asistir a los 11 jóvenes detenidos este fin de semana. Además, otras dos pateras llegaron a la costa de Torrevieja el martes y el miércoles. Los ocupantes lograron desembarcar y no fueron localizados por la Guardia Civil.

El goteo de pateras interceptadas no cesa. Salvamento Marítimo rescató ayer a un total de 318 personas que viajaban a bordo de siete embarcaciones por aguas del mar de Alborán. La patrullera ‘Salvamar Spica’ localizó una patera con 48 personas, cuatro de ellas menores, mientras que la ‘Guardamar Calíope’ hizo lo propio con otra embarcación con 24 varones a bordo. Todos estos inmigrantes fueron trasladados al puerto de Almería.

El buque ‘SAR Mastelero’ recogió a 60 personas más de otra patera, entre ellas ocho mujeres, y las trasladó al puerto de Málaga junto a otros 90 inmigrantes que ya llevaba a bordo procedentes de otras dos embarcaciones. Poco antes, la patrullera ‘Salvamar Hamal’ auxilió a 96 personas (62 de origen subsahariano y 34 magrebíes) procedentes de otras dos pateras, y todos los inmigrantes presentaban buen estado de salud.

La llegada de pateras a la costa de la provincia de Alicante se ha incrementado en los últimos días, aunque el número de inmigrantes que llegaron a la Comunitat Valenciana en pequeñas embarcaciones en lo que llevamos de año sigue siendo inferior al del mismo período de 2017. Un total de 137 personas fueron interceptadas y recibieron auxilio hasta ayer en el litoral alicantino, según datos facilitados por la Delegación del Gobierno.

Sin embargo, el número de inmigrantes que han logrado alcanzar la costa alicantina en patera es mayor, porque algunas embarcaciones estaban vacías cuando fueron localizadas por la Guardia Civil, como ha sucedido esta semana en Pilar de la Horadada, Calpe y Torrevieja.

El drama de la inmigración continúa sin que las autoridades de Marruecos y España puedan frenar el goteo de pateras con travesías que algunas veces acaban en tragedia. Los sueños truncados de los inmigrantes que mueren ahogados, los angustiosos rescates en alta mar, las detenciones tras el desembarco y los expedientes de expulsión se suceden todos los años cuando mejoran las condiciones meteorológicas.

En 2017 llegaron 49 pateras a la costa alicantina con 398 inmigrantes, al menos, que fueron auxiliados y detenidos. Este año, todo parece indicar que el número de embarcaciones interceptadas será menor – 26 hasta el domingo – , aunque el drama se recrudece al encontrarse ya saturados algunos centros de acogida. La amarga travesía casi siempre tiene consecuencias para la salud de los inmigrantes. Sufren hipoglucemia, hipotermia, deshidratación, quemaduras o hipotensión, por lo que reciben asistencia médica nada más desembarcar.