Las mafias ya mandan tantas pateras a la Comunitat como a Canarias y Ceuta
La cifra de inmigrantes llegados por mar a la región iguala la contabilizada en el archipiélago en todo 2017 y supera la cifra de la ciudad autónoma
Las Provincias, , 30-09-2018El buen tiempo durante el verano que facilita la singladura de las pequeñas embarcaciones, el tradicionalmente férreo control que las Fuerzas de Seguridad llevan a cabo en el sur de España (la zona más golpeada por la inmigración ilegal), los ‘agujeros’ de funcionamiento que los radares del SIVE (Sistema Integral de Vigilancia Exterior) pueden llegar a tener en el Mediterráneo, el efecto llamada de la Comunitat como lugar de acogida de refugiados y asilados… Son algunas de las explicaciones que desde las Fuerzas de Seguridad dan a un hecho que las cifras vienen a confirmar: la presión que las mafias ejercen sobre la Comunitat es ya tan alta como la existente en dos zonas tradicionalmente de mayor llegada de extranjeros por mar, como son las Islas Canarias y Ceuta.
Tal y como publicó LAS PROVINCIAS el pasado domingo, en lo que llevamos de año han arribado 126 personas en embarcaciones a las costas de la Comunitat, en todos los casos hasta Alicante, la zona de acceso más directo para las mafias desde el norte de África, bien mediante ‘navíos nodriza’ que acercan las pateras a aguas valencianas o con el uso de las mafias de pequeñas embarcaciones con motores fueraborda. Y dicho dato, puesto al lado de las estadísticas de las dos zonas más golpeadas por el tráfico de personas, constatan que la Comunitat es ya considerada por los grupos delictivos como ‘zona cero’ para sus actividades.
El año pasado, según cifras del Ministerio del Interior, a Canarias llegaron 133 inmigrantes ilegales mediante el uso de pateras, una cifra prácticamente idéntica a la de la Comunitat. En Ceuta, mientras, el registro del Ministerio del Interior deja en 74 los extranjeros irregulares arribados durante el año pasado, casi la mitad de los registrados hasta la pasada semana en aguas de Alicante.
«En los últimos días, favorecidos por el buen tiempo y las tranquilas mareas, hemos visto como llegaban a nuestras costas alicantinas gran cantidad de inmigrantes subsaharianos, huyendo de las malas condiciones de vida que soportan en sus países de origen. Estas circunstancias las aprovechan las mafias para sacar partido de sus necesidades, embarcándolos en largos viajes en condiciones infrahumanas apiñados en pequeñas embarcaciones en las que deben atravesar el Mediterráneo hasta llegar a nuestras costas, con el consiguiente peligro de hundimiento y fallecimiento por ahogamiento», como explican desde la delegación de Alicante de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC).
Según publicó este periódico, las embarcaciones suelen estar diseñadas para acoger a un máximo de ocho viajeros, pero suelen ir cargadas con más del doble de pasajeros. El ‘billete’ que llegan a pagar los inmigrantes es de unos 3.000 euros el trayecto, según las investigaciones de la Benemérita.
La llegada indiscriminada de pateras hasta la Comunitat no sólo pone en jaque a las Fuerzas de Seguridad encargadas de vigilar la costa. También lo hacen con los maltrechos centros de recepción de menores extranjeros no acompañados, sin apenas plazas y con un sistema de control por parte de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas absolutamente exhausto, como reconoce la propia Intervención General de Servicios de la Generalitat en su último informe, adelantado la semana pasada por LAS PROVINCIAS. Y es que la llegada de estos menores extranjeros ha pasado en cuatro años de un centenar a más de 300.
El reto recae también (y sobre todo) sobre el Ministerio del Interior, con las denuncias que elevan agentes de la Guardia Civil: patrulleras antiguas con las que vigilar los mares y necesidad de más radares en la costa del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE). Los radares se sitúan en Cabo Roig (Orihuela), el cabo de Santa Pola, Serra Helada (Benidorm) y el cabo de San Antonio (Dénia), aunque las embarcaciones acostumbran a llegar por otras latitudes, como Alicante, Santa Pola, Torrevieja, Xàbia o Calpe.
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