El fuerte oleaje y el viento están impidiendo que los 58 inmigrantes rescatados la semana pasada por el barco humanitario Aquarius puedan ser transbordados a un barco maltés y llevados a puerto, tal como fue acordado.

Las ONG francesa SOS Mediterranée, que con Médicos sin Fronteras fleta el Aquarius, denunció hoy en Twitter que “los ataques políticos están prolongado inútilmente el tiempo que tienen que pasar en el mar hombres, mujeres y niños, esperando en un limbo”.

“Olas de tres metros y viento de 30 nudos. El Aquarius continúa esperando en aguas internacionales las instrucciones de Malta para el traslado. Una transbordo seguro sólo puede ocurrir cuando el tiempo mejore. Las previsiones indican malas condiciones en los próximos días. Otro retraso para los sobrevivientes a bordo”, explicaron en Twitter.

La embarcación socorrió el pasado 20 de septiembre a 11 inmigrantes en el mar y tres días después rescató a otras 47 personas.

Ante la negativa del ministro del Interior italiano, el ultraderechista Matteo Salvini, de abrir los puertos al barco, se inició una negociación que concluyó con el acuerdo de que los inmigrantes serían trasladados a un barco maltés que les llevaría a un puerto del país y después serían redistribuidos entre Francia, España, Alemania y Portugal.

El barco viajará a Marsella a la espera de que un país le conceda navegar bajo su bandera, después de que Panamá anunciara que le iba a retirar su pabellón.

En una rueda de prensa en Roma, la presidenta de Médicos Sin Fronteras en Italia, Claudia Lodesani y el director de SOS Mediterranéen, Frederic Penard, pidieron que “los países que tengan corazón den una bandera” al Aquarius, pero que aún no han hecho ninguna petición.

“El Mediterráneo se ha convertido en el mar más peligroso del mundo y queremos seguir estando allí”, dijo Lodesani.