El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, negó ayer que se estén produciendo devoluciones en caliente en la frontera entre Francia e Irun, sino que se trata de «readmisiones» de inmigrantes en situación irregular que intentan pasar al país galo desde España.

Grande-Marlaska respondió así al senador de Unidos Podemos Jose Ramón Arrieta, quien denunció devoluciones de inmigrantes en la frontera con Francia «sin seguridad de procedimiento alguno», es decir, «devoluciones en caliente dentro de suelo comunitario». Arrieta criticó que se producen controles sistemáticos de la gendarmería francesa y, «en muchas ocasiones, después de identificar a los inmigrantes, los montan en una furgoneta y los devuelven a Irun».

El ministro del Interior negó que se estén produciendo devoluciones «en esos términos», sino que se realizan siguiendo el artículo 25 del código de fronteras de Schengen que «posibilita a los Estados a establecer controles en las fronteras interiores por razones de orden público». Entre junio y agosto de este año la gendarmería francesa ha devuelto a 264 migrantes que habían cruzado la frontera.

El ministro reiteró que el Gobierno trabaja por los inmigrantes en situación irregular. «Tratamos de darles cobertura, respetando los derechos de esas personas, pero sabiendo que la vista hay que lanzarla a lo largo» y abogó por trabajar «de igual a igual» con los países de origen y de tránsito.

Arrieta, por su parte, denunció que la política de migración de la UE se basa en el blindaje de las fronteras exteriores y la expulsión de los inmigrantes en situación irregular que consiguen entrar en España. «Deberíamos poner cara a todos los migrantes a los que se niega un proyecto de vida».