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BILBAO. La llegada de inmigrantes a Bilbao en los últimos ocho años ha logrado contrarrestar la progresiva pérdida de población que sufre la capital vizcaína. Desde 1998, un total de 18.808 residentes autóctonos han dejado Bilbao, circunstancia que no ha tenido gran impacto gracias a la llegada de 13.514 inmigrantes.

Según datos recogidos por Ikuspegi, el Observatorio Vasco de la Inmigración, el 1 de enero de 2005 había 16.215 personas extranjeras empadronadas en Bilbao, lo que supone un 4,6% de la población total.

Esta cifra contrasta con la de hace ocho años, cuando había 2.101 inmigrantes en la villa, el 0,8%. Estas personas suponen en la actualidad el 45% del total de extranjeros de Vizcaya y el 22,2% de la Comunidad Vasca. Desde 1998, la población de Bilbao ha descendido en casi 5.300 personas. Y es que la pérdida de cerca de 19.000 residentes autóctonos ha venido acompañada de la aportación positiva de inmigrantes. El mayor crecimiento se dio entre 1998 y 2001 y desde entonces ha habido un incremento sostenido, cercano a los 3.000 inmigrantes por año.

Población rejuvenecida

La llegada de inmigrantes también está ayudando a paliar el envejecimiento de la población. El 56% de los extranjeros residentes en Bilbao tiene entre 25 y 44 años, edad de trabajar y formar una familia.

Esto ha permitido que en el conjunto de la población bilbaína (autóctonos y extranjeros) esta misma franja de edad suponga el 32%. Ocho de cada diez inmigrantes, además, tiene entre 16 y 64 años, una edad, por lo tanto, productiva y no dependiente.

Respecto a su lugar de procedencia, en estos ocho años, los iberoamericanos han sido los que más han crecido, hasta convertirse en el colectivo con más presencia en Bilbao. Hoy, los latinoamericanos suponen el 58,7% del total de inmigrantes en la capital, frente al 30,4% que acaparaban en 1998. La población iberoamericana ha ido en estos años sustituyendo en importancia a la europea, que ha pasado del 32,2% al 15,9%. La población africana también ha ido perdiendo fuerza: del 26,4% al 18%.

Dentro de este colectivo, los procedentes del Magreb suponen el 8,3% del total de inmigrantes y los del resto de Africa el 9,7%.