LUIS AYLLÓN

MADRID. Los gobiernos de España y Francia viene realizando durante las últimas semanas diversas gestiones destinadas a tratar de convencer a las autoridades argelinas para que acudan a la Conferencia Euroafricana sobre flujos migratorios, convocada para los días 10 y 11 de julio en Rabat.

Como informó ABC, Argelia anunció el pasado 5 de abril su decisión de no participar en esa reunión, que fue organizada, a instancias de España y Marruecos, a raíz de los asaltos masivos de inmigrantes subsaharianos a las verjas de Ceuta y Melilla. Los argelinos aseguraron que no participarían en ninguna reunión que no se celebrara con los auspicios de la Unión Africana, lo que impediría, entonces, la presencia de Marruecos, porque este país abandonó ese organismo cuando fue aceptada en su seno la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).

Los planes del Gobierno español se encontraron así con un obstáculo difícilmente salvable y que puede hacer menos eficaz una conferencia a la que han sido convocados, junto con la Unión Europea, como destinataria de las migraciones, países africanos de origen o de tránsito de emigrantes. La conferencia se ocupará de preparar un programa de acción, cooperación y control de los flujos migratorios procedentes de África central y occidental, y la participación de Argelia es importante, porque es un país con una gran extensión territorial, por el que pasan un buen número de emigrantes.

Argelia no desea dar una baza a su vecino Marruecos, con el que mantiene posturas enfrentadas en muchos asuntos, entre ellos el contencioso del Sahara occidental, y ha convocado otra conferencia entre la UE y la Unión Africana (UA) sobre problemas migratorios, para los días 5 y 6 de junio en Trípoli.

El Gobierno español, apoyado por el francés, realiza gestiones para convencer al presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, de que no se oponga a la reunión. Hace unos días, un portavoz del Ministerio francés de Asuntos Exteriores, reconoció que habían comunicado a las autoridades de Argel su deseo de que acudan a Rabat.

El secretario de Estado de Asuntos Exteriores de España, Bernardino León, estuvo el pasado jueves en la capital argelina, donde expresó al jefe del Gobierno, Ahmed Uyahia, el deseo español de contar con la presencia de Argelia en la cumbre. León negó que se tratara de una presión. «El Gobierno español – dijo – respeta la posición del Gobierno argelino, y está claro que éste no tiene un rechazo de principio a ninguna iniciativa. Lo que sí estima es que el marco de trabajo debe ser supranacional, entre la UE y la UA».

Para esta semana está anunciada una visita a Madrid del ministro argelino de Exteriores, Mohamed Bedjaoui, a quien su colega español, Miguel Ángel Moratinos, podría insistir en el deseo de contar con una representación de Argel en la reunión de Rabat.