Los estudiantes españoles están a la cola de Europa en estudios de Bachillerato
ABC, 02-05-2006
R. B.
MADRID. El número de ciudadanos que finalizan los estudios de Bachillerato y Formación Profesional ha aumentado en la mayoría de los estados miembros de la Unión Europea. No obstante, en España el débil acceso a la educación postobligatoria continúa constituyendo «un cuello de botella importante del sistema educativo». Así lo señala un informe sobre desigualdades educativas elaborado por la Fundación Alternativas y en el que puntualiza que el acceso de los estudiantes españoles a estos niveles formativos se sitúa «por debajo del que se produce en los países de nuestro entorno más inmediato». La media europea está en el 73,5 por ciento, frente al 62,5 de España. Muy alejados del 86,3 de Suecia, del 79,8 de Francia, el 76,4 de Reino Unido o incluso el 81,7 por ciento de Grecia. En la Europa de los Quince tan sólo Portugal se sitúa por detrás de España.
Un rechazo a continuar estudiando después de Secundaria que se produce en mayor medida en las autonomías en las que resulta más fácil para los jóvenes la incorporación al mercado de trabajo. Los estudiantes de Baleares, Canarias, Murcia, Andalucía o Extremadura se encuentran en el furgón de cola mientras que los de Aragón, Navarra o País Vasco lideran el porcentaje de estudios postobligatorios.
Las mujeres, en cabeza
Por otra parte, la participación de las mujeres en estudios postobligatorios es considerablemente superior a la de los hombres. Un 70 de alumnas frente a un 55,2 por ciento de alumnos y que, según se señala, pone de manifiesto que «el fracaso escolar y el abandono temprano son sobre todo fenómenos masculinos». No en vano, desde Primaria el rendimiento académico de las chicas es superior y lo siguen siendo sus tasas de graduación en los niveles postobligatorios. Unas diferencias que, además de crecer año tras año, son superiores a las del conjunto de la Unión Europea. Pero además, las mujeres tienden a elegir más la rama académica – Bachillerato – que los hombres. No obstante, también hay que precisar que en los ciclos formativos las chicas tienden a estudiar en ramas con menor facilidad de inserción laboral.
Otro de los aspectos que analiza el informe es el acceso a estos estudios en función del origen social. De manera que los jóvenes que pertenecen a clases sociales como trabajadores manuales cualificados y no cualificados tienen muy escasas probabilidades de efectuar estudios de Bachillerato. Su futuro se orienta hacia al mercado de trabajo, los estudios de cursos formativos de grado medio o la continuidad en Secundaria. Asimismo, se constata que el nivel de estudios de la madre tiene una enorme importancia: los años adicionales de estudio de ésta incrementan la probabilidad de que sus hijos estudien Bachillerato en vez del resto de alternativas.
Inmigrantes a la zaga
A pesar de que el número de escolares inmigrantes continúa aumentando en los niveles obligatorios, el acceso a la educación posobligatoria es muy diferente con respecto al de los alumnos españoles: tan sólo tres de cada diez accede a Bachillerato o a ciclos formativos. De no encontrar soluciones, el informe advierte de que estas trabas se las encontrarán los inmigrantes que hoy día están cursando Primaria y Secundaria.
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