Las sedes de Llodio y Amurrio del centro de Educación Permanente de Adultos EPA han abierto el periodo de matrícula para el próximo curso. Los interesados podrán inscribirse hasta el 5 de mayo. La escuela llodiana abre por las mañanas; y la de Amurrio, por las tardes. En ambos casos, se ofrece tanto enseñanza reglada como no reglada. Entre otras asignaturas, los centros incluyen clases de castellano para extranjeros, euskera, inglés e informativa básica.

La EPA inició su andadura en Llodio hace 17 años. Desde entonces, miles de alumnos han pasado por sus aulas con el objetivo de mejorar su formación académica. La mayor parte de los estudiantes son mujeres de diversas edades. Las más mayores, buscan aprender a leer y escribir, y las más jóvenes, completar sus estudios.

Pero desde hace cinco años, el perfil de estos alumnos ha empezado a cambiar por la incorporación de los inmigrantes. Su presencia ha aumentando lo suficiente como para que se cree un aula específica donde aprenden a hablar y escribir en castellano.

Es un grupo heterogéneo. «Hemos tenido de todo: chinos, marroquíes, argelinos, saharauis, paquistaníes, cubanos, lituanos e incluso de la República Dominicana», explica la jefa de estudios, Marga Mendiguren. Además, su grado de formación también es diverso, porque algunos han ido a la universidad y otros apenas han pisado un aula. Aún así los nueve profesores del centro intentan resolver estos inconvenientes y los que generan sus trabajos, por lo general inestables, para que puedan integrarse.

Además de los grupos de alfabetización, el centro EPA de Llodio dispone de una amplia oferta educativa, que sus alumnos pueden complementar con la de Amurrio, ya que ambos centros están unificados.

Menos alumnos

Uno de los grupos más numerosos es el que intenta obtener la certificación oficial que reconozca sus conocimientos académicos, importante para el acceso al mercado laboral.

Las responsables del centro señalan, no obstante, que «hemos notado mucho el descenso de estudiantes desde que nos trasladaron de la casa de Zubiko». La distancia que existe desde el centro urbano de Llodio a la EPA, situada en una zona apartada del barrio de Lateorro ha reducido casi a la mitad los alumnos, ya que la matrícula en Zubiko superaba slas 160 inscripciones y en Lateorro ronda las cien anuales.

A pesar de ello, son muy numerosos los ayaleses que acuden a las clases para poder acceder a los ciclos de formación profesional.