Alemania recibió en agosto un total de 15.122 solicitudes de asilo, lo que supone un descenso del 0,5 % respecto a julio y de casi un 19 % interanual, informó hoy el Departamento Federal de Inmigración.

Con ello se mantuvo el ritmo descendente continuado registrado desde mediados de 2016, después de que en 2015 llegasen a Alemania casi un millón de refugiados – la mayoría de la guerra siria – , un récord absoluto en la historia reciente del país.

Entre enero y agosto del presente año, se tramitaron en Alemania un total de 127.525 solicitudes de asilo, lo que representa cerca de un 15 % menos que las registradas en el mismo periodo del año anterior.

Siria sigue siendo el primer país de origen de esas personas, con un 3.400 peticionarios en agosto, seguidos de los procedentes de Irak, con 1.400 solicitantes, y de Turquía, con 1.200.

Destacable es, asimismo, que mientras que el número de solicitantes iraquíes y sirios ha ido en descenso, el de turcos ha registrado un claro incremento en los últimos tres meses: 930 solicitudes se tramitaron en junio, mientras que en julio fueron ya 1.170.

La política migratoria y la voluntad del Gobierno de la canciller Angela Merkel de contener la llegada de nuevos refugiados centran la agenda de la gran coalición alemana entre el bloque conservador y sus socios socialdemócratas.

La propia jefa del Gobierno incidió hoy de nuevo en la necesidad de reforzar las fronteras exteriores de la Unión Europea (UE) y de contener la inmigración ilegal.

Merkel abogó por que los países fronterizos “cedan competencias nacionales” para que la agencia europea de protección de fronteras (Frontex) pueda operar sin restricciones en sus territorios.

“Estamos reforzando Frontex, pero eso significa también que los Estados que están en las fronteras exteriores cedan competencias nacionales para dotar de competencias realmente amplias a Frontex”, argumentó la canciller en el debate del Parlamento federal sobre los presupuestos generales de 2019.