Los hispanos que viven en Estados Unidos están llamados a una huelga con el objetivo de paralizar el país. Más de cien organizaciones de inmigrantes piden que los once o doce millones de hispanos que hay en el país no acudan hoy a su puesto de trabajo. Si se cumplen sus previsiones, los restaurantes se quedarán sin mano de obra en las cocinas, los constructores tendrán que tomarse el día libre y las mujeres trabajadoras volverán a ser amas de casa por un día. “Será una probadita de lo que serían sus vidas sin nosotros”, advierte José López, que se ha acogido con entusiasmo a la convocatoria.


La secretaria de Estado, Condoleezza Rice, por su parte, se sumó al debate sobre la controvertida versión en español del himno de EE. UU.. Al contrario que el presidente Bush, Rice dijo no sentirse ofendida y no ve mal la iniciativa.