"Hay que integrar a las prostitutas"

La Vanguardia, 01-05-2006

Me siento dividida sobre cómo actuar políticamente frente a la prostitución", decía a este diario la presidenta de la Unión General de Cooperativas de Mujeres de Mozambique, la misma líder feminista que acogió en marzo en Maputo a la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y la disfrazó de campesina para estupor de algunos barones del PP. “Hay que mejorar las condiciones en las que las mujeres ejercen la prostitución, pero si la regulamos y la llamamos trabajo,¿qué mensaje estamos dando a nuestras jóvenes en la precariedad? ¿Les brindamos un modo fácil de ganarse la vida en lugar de esforzarse y estudiar?”.
>

Patsy Sörensen, presidenta de Payoke, una organización de ayuda a las personas prostituidas que opera junto con el Gobierno belga contra el tráfico de personas, cree que la emancipación de la prostitución es esencial y que el único problema de quienes la ejercen libremente es el estigma social que las excluye y criminaliza. Es decir, la sociedad no debe sacarla de ahí sino dejar de juzgarla. “Hay que diferenciar entre tráfico y prostitución voluntaria: ésta es una práctica que ha estado siempre ahí y siempre estará. Hay que lograr que sea lo más visible posible para tenerla controlada”, dijo a La Vanguardia en una visita a la Conselleria d´Interior para asesorar a los Mossos.
>

Hoy en Bélgica está permitida la prostitución, pero no sacar provecho de la ajena. No es un sistema como el de Holanda, donde un prostíbulo se considera un negocio como otro cualquiera. En Bélgica no está permitida en la calle, pero existe en Amberes un Distrito Rojo, de cuyo aseo y orden Sörensen está orgullosa.
>

“Al principio era escéptica con la regulación, pero funciona: hemos reducido la prostitución, ya no está en la calle, el Distrito Rojo se ha reducido de 17 a tres calles, está limpio, las chicas son felices, el crimen ha bajado un 25% en 15 años… Está todo bajo control y el distrito, muy bonito”. Sörensen explica que los precios de la habitación con escaparate han bajado desde que un hombre de negocios sin excesivo ánimo de lucro construyó un edificio para alquilarles los bajos (100 euros a la semana, 8 horas al día). La prostituta en Bélgica necesita un certificado oficial para tener una habitación. A través de un lector digital, la policía la controla. Hay 200 salas y conviven con el vecindario. “No queremos separalo”, dice Sörensen.
>

“El plan es difícil: las mafias se irritan, pero hemos acabado con el tráfico de Albania. Además, debes encontrar una salida para las que quieren dejarlo… la mitad de las que ejercen voluntariamente (muchas son extranjeras con papeles) lo prefiría, pero no son capaces de organizarse, así que el año pasado empezamos un programa para ayudarlas en este sentido”.
>

A Payoke, el 75% de las personas llega por medio de las unidades especiales de la policía que están bien infiltradas: las víctimas de proxenetismo y tráfico confían en los agentes, dice esta ex eurodiputada independiente por Los Verdes. “Eso sí, tenemos por norma que los agentes de esta unidad no sean clientes en su tiempo libre”. Al parecer, la visita que les hizo el rey belga hace unos años ayudó a que la prostitución fuera mejor vista.
>

Fundada como centro para trabajadores del sexo,Payoke se dedica desde 1989 a las víctimas de tráfico, a quienes acoge y asiste legal y sanitariamente para reforzar su independencia con vistas a una posible reintegración social. La ONG opera en todo Flandes y es uno de los tres centros reconocidos en el país. Pero el trato con la víctima se efectúa con condiciones: le otorgan un periodo de reflexión para que decida si quiere cooperar. Si no, no se la asiste. Debe contar su historia a la policía y la ONG y hacer una declaración o denuncia. No ha de contactar con el ambiente de explotación. Si acepta, se le dan seis meses de permiso de residencia, renovable, e incluso residencia permanente por causa humanitaria.
>

Las prostitutas cuentan con Gh@ pro, una entidad financiada con dinero público – “no queremos infiltraciones de la industria del sexo” – , para las que quieran dejarlo. A las que no, les informa, sin alarmismos y en folletos en color con fotos de prostitutas bajo las luces rojas, de los percances e infecciones que pueden sufrir: tricomonas, micosis, gonorrea, sífilis, clamídeas, hepatitis, sida… “Use siempre preservativo cuando tenga anginas o inflamación bucal” o “con el flujo menstrual, el cuerpo le agrederá un pequeño descanso. Si no, por motivos higiénicos, use mejor esponjillas fabricadas para tal fin, y no las lleve más de 8 horas”.
>

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)