41 millones de hispanos, llamados a parar EEUU en demanda de mejoras sociales

Diario de Noticias, 01-05-2006

Washington. La comunidad hispana de EEUU llevará a cabo hoy un día sin inmigrantes para presionar al Congreso a que apruebe una reforma migratoria integral, pero la convocatoria ha desatado una controversia sobre su eficacia y repercusiones.

La idea de los organizadores es que los extranjeros se ausenten de las aulas, sitios de trabajo y centros comerciales, para hacer sentir su peso e influencia en EEUU, en donde se calcula que viven unos doce millones de inmigrantes indocumentados.

Nadie pone en duda el despertar y creciente poder político y económico de los más de 41 millones de hispanos en EEUU, que ahora conforman la minoría más grande del país.

Las cifras de la Oficina del Censo apuntan, por ejemplo, a un poder adquisitivo en el 2004 de 700.000 millones de dólares, y una proyección de más de diez millones de votantes para el 2008, en comparación con los 5,9 millones del 2000.

La movilización, que quiere evocar la militancia de los negros durante la década de los años 60 en defensa de sus derechos civiles, puede suponer la paralización de ciudades como Los Ángeles, Chicago, Nueva York o Tucson, donde hay grandes concentraciones de hispanos.

Con el boicot y las marchas programadas en decenas de ciudades de costa a costa en el país, los dirigentes hispanos quieren refutar los argumentos de los conservadores de que los inmigrantes son una carga pública, quitan empleos a los estadounidenses y, peor aún, que no quieren integrarse a la sociedad.

Si se cumplen las expectativas, el 1º de mayo, que en EEUU no es el Día del Trabajo como en la mayor parte del mundo y es laborable, se verá a decenas de miles de manifestantes en las calles – se esperan 300.000 sólo en Chicago – o verdaderas “ciudades fantasmas”, como describe la película Un día sin mexicanos . Sólo que la jornada de movilización ha profundizado los desacuerdos entre los grupos hispanos sobre las tácticas de presión ante el Legislativo.

Por un lado, están grupos como la Coalición del 25 de marzo, que apoya el paro nacional porque considera que la historia de EEUU está repleta de ejemplos de cómo la perseverancia es un ingrediente clave para cualquier lucha social.

Por otro, organizaciones como la Coalición Nacional de Inmigración, que se oponen a las protestas por considerarlas prematuras y contraproducentes, y opinan que la mejor opción sería dar tiempo a que el Congreso ventile las diversas propuestas migratorias sobre la mesa.

El grupo de legisladores demócratas hispanos de la Cámara de Representantes también ha reaccionado con cautela, al señalar que los más perjudicados podrían ser los propios inmigrantes indocumentados, que ya arriesgan su supervivencia por su estatus migratorio. >agencias

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