Por más que Nicolás Maduro se esfuerce en negar la salida masiva de venezolanos hacia otros países de Latinoamérica y de Europa, lo cierto es que miles y miles de sus compatriotas han decidido hacer las maletas y partir hacia otros confines con el objetivo de huir de la miseria económica y el caos social en el que se ha instalado el país caribeño. Buena parte de ese éxodo se reparte entre los países vecinos de Venezuela, Colombia y Brasil, aunque la diápora ha llegado también hasta Perú y Ecuador.

Todas las fronteras de estos países empiezan a tensionarse por la llegada masiva de estos inmigrantes, lo que en algunos casos ha obligado a desplegar el ejército para calmar los ánimos entre los recién llegados y los autóctonos. Pero otra gran parte de estos venezolanos tienen todavía medios para cruzar el Atlántico y tratar de instalarse en Europa y, concretamente, en España.

Aumento exponencial
De hecho, en el 2017 poco más de 12.000 venezolanos entraron en territorio español buscando refugio, una cifra desorbitada si se comparan con los casi 4.000 que lo hicieron en el 2016, los 600 del 2015 o solo un centenar en el 2014. Sin embargo, solo 15 de los demandantes venezolanos de asilo lograron el estatuto de refugiado por parte de las autoridades españolas el pasado año.

El Ministerio del Interior asume que es necesario invertir más recursos para dar una salida a las personas que solicitan asilo y evitar que muchas de ellas queden en un limbo jurídico y desamparadas. En este sentido, las manifestaciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afirmando que España se implicará más en la ayuda humanitaria a los venezolanos hace prever que la situación para estas personas podría mejorar.

Según la Oficina Europea de Estadística (Eurostat), hasta el pasado abril había algo más de 17.700 peticiones de venezolanos pendientes de resolución. Una cifra notable pero, desde luego, nada comparado con la avalancha que están afrontando países como Colombia, donde el flujo migratorio desde Venezuela se eleva ya a las 800.000 personas, 400.000 en Perú y 50.000 en Brasil.

El primer grupo
Esta fuga masiva de ciudadanos de Venezuela por todo el mundo ha llegado también a Catalunya y a Barcelona, en concreto. Así, la capital de Catalunya aloja diariamente a unos 400 inmigrantes y solicitantes de asilo, según unos registros facilitados por el Servicio de Atención a las Personas Inmigrantes, Emigrantes y Refugiadas (SAIER).

Jaume Asens, teniente de alcalde de Barcelona, explica que hasta el mes de julio se habían atendido 12.621 personas, cifra que supera ya la registrada durante todo el 2017. Los venezolanos componen el grueso de estas pesonas atendidas, con un total de 1.301, seguidos por los colombianos (577), hondureños (456) y georgianos (394). Estos tres colectivos suman el 60% del total de usuarios atendidos bajo el perfil de refugiados.

Los ecuatorianos, los primeros
Ese éxodo masivo de venezolanos hacia España y Catalunya no tenía, en la práctica, una traducción en la regulación de estas personas. Y es que en el 2017, solo 6.503 ciudadanos de Venezuela poseían autorización de residencia en Catalunya (4.600 de ellos en Barcelona). Solo los cubanos, con 6.497 personas con permiso de residencia, estaban por detrás de los venezolados, mientras que los ecuatorianos (199.153) conforman el primer grupo, con diferencia, seguidos por los bolivianos (27.562).