Inmigración irregular
La UE no logra un acuerdo sobre el barco con 150 migrantes atracado en Catania
Los representantes europeos no se han puesto de acuerdo para repartir a los tripulantes del 'Diciotti'
El País, , 24-08-2018Bruselas insistió en que el objetivo del encuentro era tratar sobre la creación de mecanismos estables para aparcar la improvisación que marca actualmente la política migratoria en la Unión, pero la creciente presión de Italia hizo que el Diciotti se colara en la agenda. La reunión terminó sin un acuerdo que permita rebajar la tensión con las autoridades alpinas, pese a que el tiempo corre en contra. Italia elevó su desafío a la UE y lanzó un órdago de consecuencias imprevisibles al amenazar con retirar su contribución al presupuesto de la UE si no había redistribución de los inmigrantes hoy mismo.
Un grupo de inmigrantes , hartos de esperar, inició una huelga de hambre para pedir su desembarco inmediato. Unas 150 personas rescatadas en el Mediterráneo siguen en la patrullera atracada en el puerto de Catania desde el lunes, durmiendo en cubierta, expuestos a una climatología adversa, y algunos enfermos. Dada la procedencia de los 27 menores a los que han podido bajar a tierra —Eritrea y Somalia, dos países sumidos en conflictos armados— los 150 migrantes podrán acogerse con relativa facilidad al estatuto de refugiado.
La Comisión Europea sostiene que está haciendo todo lo posible, en su papel de coordinadora, para que desembarquen cuanto antes. Y advirtió a Roma de que no se dejará intimidar por la retórica del chantaje. La magnitud del reto lanzado por los líderes italianos es capaz de abrir una brecha mayúscula, aunque más allá de la escalada verbal, pocos creen que llegue finalmente a materializarse. El ministro del Interior, Matteo Salvini, líder de la Liga, y el vicepresidente Luigi Di Maio, del Movimiento 5 Estrellas, se han embarcado en una competición por erigirse en portavoces de la narrativa del enemigo exterior con Bruselas como diana, la misma que tantos réditos electorales les ha proporcionado hasta ahora. Salvini coquetea con saltarse las reglas comunitarias y devolver a los inmigrantes a los puertos de los que han salido. Y Di Maio ha sido el que ha puesto encima de la mesa el fin de la aportación a las cuentas de la UE.
El comisario europeo de Presupuestos, el alemán Günther Oettinger, ha alertado a Italia de las consecuencias de un acto de ese tipo. “Si Italia se negara a pagar su contribución al presupuesto europeo sería la primera vez en la historia de la UE. El atraso en el pago generaría intereses. Y sería una violación de las obligaciones de los Tratados que conduciría a posibles sanciones más graves”, ha advertido a través de Twitter.
La amenaza de Di Maio es de tal magnitud que otros miembros del Gobierno se han visto obligados a tratar de apagar el incendio: “Pagar contribuciones a la UE es un deber legal. Discutiremos sobre este y otros temas”, rebatió el ministro de Exteriores, Enzo Moavero, uno de los principales contrapesos a los instintos euroescépticos que dominan la coalición xenófobo – populista.
Pero el fracaso en resolver la emergencia del Diciotti en Bruselas, además de evidenciar las profundas divisiones en el seno de la UE, mantiene abierta la caja de los truenos. El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, calificó de “hipócritas” a sus socios. “De nuevo vemos la distancia, que se convierte en hipocresía, entre palabras y hechos”, lamentó.
Las relaciones entre Italia y Bruselas han vivido momentos tensos desde el cambio de Gobierno, pero su potencial para tocar fondo parece no tener límites. Y las perturbaciones pueden acentuarse en octubre, cuando Roma debe recibir el visto bueno de la Comisión Europea a sus presupuestos.
En medio de ese choque de trenes, Salvini no ha cambiado un ápice su postura contraria a dejar pisar tierra a los inmigrantes del Diciotti. Y la situación a bordo comienza a ser extrema. Una delegación independiente confirmó varios casos de sarna. Y el viernes, un fuerte temporal azotó la ciudad de Catania y obligó a la Guardia Costera proteger a los inmigrantes de la lluvia con toldos improvisados y cartones.
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