Un centenar de subsaharianos entran en Ceuta tras un violento salto de la valla
La segunda entrada masiva en menos de un mes provoca siete guardias civiles y varios inmigrantes heridos
Deia, , 23-08-2018BILBAO. 116 subsaharianos lograron saltar la valla de Ceuta que separa la ciudad autónoma de Marruecos, según fuentes de la Delegación del Gobierno. El suceso tuvo lugar cerca de las 9.00 horas, cuando un grupo de unos 300 migrantes intentó alcanzar suelo español por la zona de Finca Berrocal y un centenar lo logró tras cortar la alambrada, según un comunicado difundido por la Guardia Civil.
Este segundo asalto masivo se produce casi un mes después del que tuvo lugar el pasado 26 de julio, cuando 602 personas accedieron a Ceuta por el mismo lugar. El salto se produjo el día en el que se celebraba la Pascua del Sacrificio en Marruecos y que también es festivo en la ciudad autónoma. En este caso, los migrantes volvieron a lanzar contra los agentes fronterizos botellas “con líquidos lesivos” como “excrementos, sangre, cal viva y ácidos”, según fuentes de la Asociación Unificada de la Guardia Civil. Para lograr su objetivo, los subsaharianos emplearon recursos similares a los empleados el pasado 26 de julio. Utilizaron de nuevo cizallas para cortar partes del alambrado de la valla. “Algunos la saltaron y otros la atravesaron”, explicó un agente que aseguró que la acción se caracterizó por “la violencia y la agresividad”.
El salto se produjo en el momento en que tenía lugar el rezo que se realiza momentos antes del sacrificio de los animales, en torno a las 9.00 horas, y provocó que siete guardias civiles sufrieran heridas leves por quemaduras causadas por la cal viva. Fuentes de la Delegación de Gobierno de Ceuta informaron de que uno de los agentes tuvo que ser trasladado al Hospital Universitario de la ciudad, aunque su pronóstico es leve. De los siete agentes asistidos, dos fueron dados de baja para el servicio por las lesiones sufridas, según la Guardia Civil que subrayó que las fuerzas auxiliares marroquíes “consiguieron controlar parte del elevado número de inmigrantes que pretendían acceder contribuyendo a reducir la intrusión”.
Según informó El Faro de Ceuta, los iinmigrantes que accedieron ayer a la ciudad autónoma son algunos de los que quedaban en los montes próximos a la ciudad tras las redadas impulsadas por Marruecos, que provocaron detenciones y expulsiones de los migrantes al sur de Marruecos. El país magrebí recibe decenas de millones de euros de la Unión Europea con el objetivo de reducir la llegada de inmigrantes.
Una vez en la ciudad autónoma, el grupo de migrantes emprendieron la carrera en dirección al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) al grito de “¡Boza!” (Victoria) y algunos vecinos les proporcionaron agua dentro de sus casas. Varios migrantes fueron atendidos por las ambulancias de la Cruz Roja con heridas, cortes y contusiones leves. Cinco de ellos fueron evacuados al Hospital Universitario desde el CETI.
Polémica con las concertinas
Nada más conocer el salto de la valla, el portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó, advirtió al Gobierno de Sánchez de que los últimos saltos en Ceuta demuestran que sería “una gran irresponsabilidad” retirar las concertinas, tal y como anunció pocos días después de asumir el cargo el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Además, Cosidó también subrayó que, a su juicio, tienen este tipo de “gestos” que dan a entender que en el Estado existe una “política de puertas abiertas”.
Las concertinas son unos alambres equipados con cuchillas cortantes instalados en la parte superior de las vallas fronterizas de las ciudades de Ceuta y Melilla en 2005 por el Ejecutivo presidido entonces por José Luis Rodríguez Zapatero, aunque dos años después, el mismo Ejecutivo ordenó retirarlas de una parte del vallado melillense por las heridas que causaban en los que intentaban rebasar el perímetro.
El Gobierno de Mariano Rajoy decidió colocar más concertinas en las vallas fronterizas en 2013 año en el que Cosidó estaba al frente de la Dirección de la Policía Nacional, una acción que provocó numerosas críticas. De hecho, en 2014, el ahora presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se comprometió a retirarlas en caso de que llegase a La Moncloa.
Por su parte, la secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella, insistió ayer en que el Ministerio del Interior trabaja “en una alternativa a las concertinas”, lo que no significa que estas vayan a desaparecer, sino que los técnicos buscan “una alternativa en la configuración de una valla que puede ser mucho menos lesiva y mucho más efectiva a la hora de evitar los saltos”.
Además, Botella reprochó al PP la “estrategia de provocación y utilización partidista de un tema como la inmigración”. “La valla pretende frenar los saltos, lo que se puede lograr sin que haya ese nivel de heridos cuando pasan por ese material”, manifestó la secretaria de Estado de Seguridad.
Botella señaló que la circunstancias “todavía son las que son” y aunque indicó que la solución pasa por la colaboración con Marruecos para evitar las concentraciones en las fronteras de Ceuta y Melilla y que se produzcan los saltos, las medidas también intentan proteger al máximo a los agentes españoles. Esa protección pasa, según Botella, por aumentar las dotaciones y dotarlos de todos los elementos de protección que puedan tener. “Estamos reforzando también su seguridad porque son nuestros efectivos y están ahí para poder hacer su trabajo con toda la seguridad”, afirmó Botella.
Sobre las críticas del PP a la política de inmigración del Gobierno, Botella instó a “repasar qué ha hecho, como partido y como gobierno, en los últimos años para mejorar la situación en el ámbito de la inmigración” y destacó que los mayores saltos a las vallas de Ceuta y Melilla se dieron en épocas del Gobierno reciente del PP. También criticó que el Gobierno de Mariano Rajoy no estableciera una estrategia en esos años, ni siquiera “una tan básica como un centro de acogida en el sur”
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