El Defensor del Pueblo de la Unión Europea, el griego Nikiforos Diamandouros, afirmó ayer que las identidades múltiples serán un hecho en el futuro del Viejo Continente. Diamandouros realizó estas declaraciones en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum en el Hotel Ritz de Madrid.

Tras ser interpelado por el posible peligro que sufre Europa de perder su idiosincrasia, al haber aumentado la inmigración en los últimos años, Diamandouros fue tajante: «Uno de los principios básicos de la UE es la tolerancia. Sería difícil que se considerase tolerante si trata de establecer una identidad europea rígida e inalterable».

Con anterioridad al turno de preguntas, el Defensor del Pueblo europeo había pronunciado un discurso en el que describió las funciones inherentes a su cargo: «Investigar las quejas presentadas por los ciudadanos relativas a la mala administración achacable a las instituciones y organismos de la UE».

El acto fue presentado por su homólogo en España, Enrique Múgica, quien hizo una semblanza del funcionario europeo, en la que destacó su compromiso con los Derechos Humanos y su amor a España.

El conferenciante aseguró que «el 70% de las quejas que llegan a mi oficina están fuera de mi competencia. Muchos ciudadanos no entienden que mi trabajo consiste en velar por el buen funcionamiento de las instituciones comunitarias, pero no las facultades atribuidas a cada Estado miembro».

España es el país de los Veinticinco que más demandas presenta al Defensor del Pueblo europeo, un 20% del total. Le siguen Alemania, con el 11% , y Francia, con el 10%.

Tras el discurso, Diamandouros fue interrogado sobre varios asuntos, como su papel en la lucha contra las redes de prostitución. Fue categórico al respecto: «El tráfico de mujeres es una de las grandes tragedias de los últimos años. Debería crearse una institución comunitaria dedicada a defender a todos los inmigrantes maltratados».

Otra cuestión se refirió al uso de aeropuertos de la UE por la CIA para trasladar presos que fueron torturados en otros países.Diamandouros condenó esos actos, pero sostuvo que no puede actuar si no recibe una queja que implique a alguna institución europea en los hechos.