Un día sin inmigrantes en EE UU
La Administración Bush se enfrenta al boicot convocado el 1 de mayo
La Razón, 28-04-2006Nueva York – Tienen dudas de si lo van a lograr, pero está claro que van a
luchar. El próximo 1 de mayo será un día sin inmigrantes en EE UU. Se
llama al boicot: no comprar, no vender, no gastar. Sandra, una colombiana
de 30 años que trabaja en una tienda de muebles en el distrito de Queens
de Nueva York, le pregunta a su jefe, Eddie, palestino de 42, delante de
LA RAZÓN, si «puedo hacer boicot el primero de mayo». El árabe, que lleva
19 años en EE UU, la mira mientras su esposa, hispana, le interrumpe el
suspiro: «Claro, mi hija, no vengas». «Nosotros no vamos a llevar a los
niños al colegio. ¿No?», le pregunta Eddie.
Es la
primera noticia que tiene de lo que van a hacer sus hijos el primer día en
el calendario de mayo. «Pues, claro que no. No comprar, no vender y los
niños se quedan en la casa», le aclara su esposa a este inmigrante
palestino. Sandra, que lleva diez años en el país, explica que «hay que
apoyar». «Quiero la legalización. Los hispanos trabajan muy duro en este
país», explica mientras reconoce que no sabe si va a haber amnistía.
Eddie, que tiene un negocio con empleados hispanos, aclara que va a abrir
su establecimiento el día del boicot, mientras mira a su esposa de reojo.
Admite que «no sé si va a haber amnistía, pero si este país ya no da…
Quizás sea mejor irse a España o a México», plantea.
En cambio, Pedro, un colombiano de 35 años, que lleva doce en EE UU, sí
cree que habrá amnistía. Es dueño de una pastelería y tampoco hará boicot.
Pero le toca más de cerca el trato que se da a algunos inmigrantes. «No
cabe en la cabeza del ser humano que se criminalice a alguien por estar en
un país. Ellos son inmigrantes. Si nos sacan, sería como sacarse a ellos
mismos», mantiene.
Única salida. El boicot es la única manera
con la que los inmigrantes irregulares pueden hacer frente al Congreso,
después de que se aprobara la ley H.R. 4437 el pasado diciembre. Dicha
norma criminalizaría permanecer y trabajar en EE UU de forma ilegal y
prestar ayuda y ofrecer empleo a un indocumentado. Pero los inmigrantes,
según datos de asociaciones de derechos, contribuyen con 7.000 millones de
dólares al año a la Seguridad Social. En total, ganan unos 240.000
millones, declaran 90.000 y se les devuelven 5.000.
En definitiva,
el boicot duele a la primera potencia económica del mundo, tierra del
consumismo por excelencia. Los inmigrantes, con los hispanos a la cabeza,
se preparan para echar un pulso al Gobierno. La comunidad hispana
representa la mayor minoría en EE UU, con más de 40 millones de personas
entre una población total de alrededor de 296. Además hay otros 9, de los
casi 12 millones de inmigrantes ilegales en EE UU, que representan el
cinco por ciento de la clase trabajadora en el país. Los expertos y
analistas se lo han dejado claro a George W. Bush: el país los necesita.
Mientras la Administración echa la vista a las intenciones de los
inmigrantes de hacer boicot, la reforma de inmigración ha vuelto al Senado
y será asunto de máxima prioridad en las próximas semanas. El líder de la
mayoría republicana y senador por Tennessee, Bill Frist, ha marcado una
nueva fecha límite para aprobar una ley que atienda las necesidades de
americanos y de inmigrantes. Será el día del «Memorial Day», el 30 de mayo.
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