Una canción embellece los muros de la Cañada Real

El Diario, , 13-08-2018

El colectivo madrileño Boa Mistura prepara una pequeña pieza audiovisual sobre su intervención artística que ha embellecido las fachadas de la Cañada Real al pintar los versos de la canción “El alma no tiene color”, de Antonio Remache.

Este grupo, cuyo nombre en portugués significa Buena Mezcla, presentará el vídeo en la próxima edición del Festival Internacional de Cine “16 kilómetros” de la Cañada Real.

“Llevábamos mucho tiempo con ganas de trabajar en la Cañada Real”, donde viven más de 7.000 personas de diecisiete nacionalidades diferentes, explica a Efe Javier Serrano, integrante del grupo.

A principios de este año, el equipo de artistas urbanos comenzó a preparar el proyecto asistiendo a reuniones con los distintos grupos del asentamiento; en junio pidió permisos a los vecinos para poder pintar sus paredes y tomó las medidas para encajar los versos debidamente, y entre junio y julio se dedicó a aplicar la brocha sobre los muros durante casi cuatro semanas.

En un encuentro comunitario con las asociaciones y ONG que trabajan en la zona, una vecina llamada Paqui, de etnia gitana, se arrancó a cantar “El alma no tiene color” ante la emoción y los aplausos de los participantes.

Así surgió la idea de escribirla en fragmentos a lo largo de los dieciséis kilómetros de la Cañada Real con el objetivo de unir a los vecinos a través del arte y la cultura y borrar el estigma provocado por el sector seis, ubicado en la zona de Valdemingómez.

La canción se troceó en 49 partes, que se pintaron de manera lineal en otras tantas fachadas de los seis sectores del asentamiento.

“Cada muro tiene un color y un verso o una palabra diferente, lo que los convierte en únicos dentro del conjunto de la canción. Hay un paralelismo con las personas. Cada uno de los vecinos es único dentro de una comunidad mayor”, señala Serrano.

Se utilizaron 49 colores. El sector uno es rojo, el dos es naranja, el tres es amarillo, el cuatro es verde, el cinco es turquesa y el sector seis es azul, con degradados para que los últimos de cada sector y los primeros del siguiente tengan una continuidad.

En los trabajos participaron vecinos de la Cañada Real, niños y adultos, así como de otros lugares de Madrid, que seguían la actividad a través de las redes sociales.

Serrano subraya que hay gente que ha encontrado la motivación suficiente para acercarse a la Cañada Real con este proyecto artístico, lo que ha permitido “derribar las fronteras invisibles que separan distintas partes de la ciudad”.

“Con respecto a las intervenciones que hemos hecho en otros lugares, hemos encontrado el denominador común de la humanidad que existe en comunidades informales o marginales. Nunca nos ha faltado nada en la Cañada”, asegura.

Todos los vecinos se encargaron de que los artistas tuvieran agua para lavarse. Uno les trajo chorizos artesanales; en la zona musulmana, las mujeres les ofrecieron té y dulces y los gitanos les invitaban una cerveza al acabar la jornada.

La intervención ha sido compleja por la diversidad social, económica y cultural de la población de este núcleo, que además es “una ciudad lineal, no planificada, que ocupa estrictamente una calle”, en la que hay una “zonificación con diferentes costumbres y formas de vida”, admite.

“El arte sirve como una herramienta de transformación y como un vehículo para generar procesos participativos y crear nuevas relaciones entre los vecinos y de los vecinos con su propio entorno, porque lo han mejorado y embellecido y se sienten más orgullosos de vivir allí”, resalta.

Hace un balance satisfactorio del proyecto. “Ha sido sorprendente y enriquecedor. Me parece un sitio increíble. Me he llevado una sorpresa muy positiva. Una vez que se abren las puertas al mundo interior de la Cañada Real te encuentras todas las atracciones de una feria de verano”, afirma.

Boa Mistura es un equipo multidisciplinar que nació en el año 2001 con raíces en el grafiti y que trabaja con pintura en el espacio público en contextos de vulnerabilidad social en países como Brasil, México, Chile, Cuba, Colombia, Estados Unidos, Kenia o Sudáfrica, entre otros.

El proyecto, producido por Boa Mistura, contó con el apoyo de Intervención Comunitaria Intercultural (ICI) Cañada Real, la Fundación La Caixa, Trivergencia y Pinturas PPG.

Por Ximena Hessling

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