Los musulmanes de Badalona dicen que están hartos, y que si siguen restringiendo sus espacios de culto se marcharán a rezar a la plaza de la Vila, frente al Ayuntamiento. Y es que, como confirmó a este diario la alcaldesa socialista Maite Arqué, el gobierno de la ciudad ha decidido que el oficio de los viernes, el más importante y social del credo islámico, se celebre cada mes en un polideportivo diferente, en lugar del de Llefià, como se viene haciendo desde hace aproximadamente un año.
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“Rechazamos la medida – dice uno de los portavoces de los musulmanes, Mohamed Tatoo – . Llevamos tres años de promesas incumplidas, viendo como se cierran nuestras mezquitas, como nos impiden abrir otras nuevas, como el Ayuntamiento escucha a todo el mundo menos a nosotros. La gente ya no aguanta más, quiere salir a la calle, protestar y si también nos van a echar del polideportivo de Llefià, nos iremos todos a rezar a la plaza de la Vila. Tenemos derechos”.
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Tatoo añade que el Viernes Santo, el polideportivo de Llefià reunió a más de tres mil musulmanes, y que el viernes pasado fueron unos dos mil. Hace tres meses, vecinos de toda la vida de este barrio de inmigrantes andaluces entregaron al Ayuntamiento más de cuatro mil firmas contra estas aglomeraciones de musulmanes. El problema es que todo el Barcelonès Nord padece un importante déficit de infraestructuras religiosas, y los musulmanes de la vecina Santa Coloma de Gramenet se acostumbraron hace tiempo a rezar los viernes en Llefià.
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Con la rotación de los rezos, el Ayuntamiento badalonés espera que estos flujos colomenses disminuyan. Espera también atemperar la tensión social y evitar que las grandes aglomeraciones de musulmanes se repitan en los mismos barrios. Arqué asegura que los traslados mensuales son una medida provisional: “Estudiamos un par de emplazamientos para encontrar la que debe ser la gran y definitiva mezquita de Badalona”, asegura.
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Una búsqueda que empezó hace ya tres años, cuando el Consistorio, ante la presión popular, impidió abrir en Llefià el que hubiera sido el tercer oratorio musulmán en la ciudad. Comenzaron entonces las infructuosas negociaciones para dotar a Badalona de una gran mezquita alejada del centro urbano. A principios del año pasado, la Guardia Urbana cerró el segundo oratorio de Badalona, en La Pau.
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Hoy sólo queda el primero, de apenas 90 m2y diez años de historia. Por ello el Ayuntamiento accedió a ceder el polideportivo de Llefià. Fue poco antes de aprobar una moratoria de apertura de nuevos templos que, en la práctica, prohibía la inauguración de mezquitas durante un año.
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