La rueca gira en Arinaga
Canarias 7, 26-04-2006
Agüimes
La implantación de la primera fábrica textil industrial de Canarias en Arinaga obligó a sus promotores a buscar fuera de nuestras fronteras especialistas en el manejo de las complejas máquinas tejedoras. Su amplia experiencia en el sector hizo volver los ojos al vecino Marruecos.
La implantación de la primera fábrica textil industrial de Canarias en Arinaga obligó a sus promotores a buscar fuera de nuestras fronteras especialistas en el manejo de las complejas máquinas tejedoras. Su amplia experiencia en el sector hizo volver los ojos al vecino Marruecos.
El tristemente conocido fenómeno de la inmigración irregular hace a veces que se pierda la perspectiva con respecto a nuestras propias limitaciones. Y es que la visión del inmigrante como trabajador sin cualificación, ni papeles (todo sea dicho) no es más que una interpretación distorsionada de la realidad, si nos fijamos en una pequeña industria que, desde el Polígono de Arinaga, ha revolucionado, en sólo seis años de vida, el comercio textil industrial en toda Canarias.
El 10% del personal que trabaja en Fateca, la única industria textil del Archipiélago, procede de Marruecos. Y es que el reciente proceso de mecanización que ha experimentado la fábrica, que hasta ahora tenía una producción casi artesanal, no ha sido, según explicó el secretario y propietario del 25% de la empresa, Diego Cruz, un proceso nada fácil.
especialistas. «El primer problema con el que nos encontramos», explica Diego, «no fue el coste de la maquinaria, sino la falta de técnicos especialistas en su manejo en Canarias». Así, fue necesario buscar en la cuna de la industrialización de nuestro país, Cataluña y Valencia, para poder encontrar ingenieros capaces de hacer girar la rueca de la industria textil, por primera vez en Canarias.
El siguiente escollo fue la adaptación y formación de los cerca de 40 trabajadores de la empresa, para que tuvieran la capacidad de asumir el nuevo reto de la modernización de la entidad. En este caso, la experiencia de las multinacionales de la moda fue clave. Grandes grupos, como el gigante del sector textil, Inditex, con ocho formatos comerciales, entre los que se encuentran Zara, Stradivarius o Massimo Dutti, han ubicado en Marruecos sus grandes centros de producción para abaratar costes. Esto ha permitido la formación de un denso tejido de técnicos especialistas en el manejo de la complicada maquinaria textil industrial. Así, en Fateca, los puestos técnicos más especializados (6 o 7) están ocupados por trabajadores que han sido, en muchos casos, reclutados desde Canarias y que han llegado con un contrato de trabajo y una formación que, poco a poco, deben transmitir a sus compañeros canarios.
‘hilar’ el trabajo en 5 fases
Urdida. Es la primera fase del trabajo de producción textil. 500 enormes bobinas se colocan en un urdidor que va mezclando los hilos como si fuera una tela de araña.
Tejeduría. La reciente ampliación de la fábrica incorporó dos nuevos telares. La fase automatizada del proceso permite confeccionar hasta 1.000 toallas por hora.
Confección. A pesar de que es automática, un grupo de costureras repara cualquier fallo que la máquina haya producido y envía los productos a la última fase.
Empaquetado. Las miles de sábanas, toallas, mantas y manteles elaborados se empaquetan en un proceso semiautomático y quedan listos para ser entregados.
Distribución. Fateca trabaja para casi todas las instalaciones sanitarias de la provincia de Las Palmas y muchas de Tenerife, además de para multitud de hoteles. Tienen una rapidez de respuesta de 15 días o de incluso horas, si se trata de pedidos urgentes.
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