CINE // PERSONAJE

Salma Hayek exhibe su perfil de activista social en Madrid

El Periodico, 26-04-2006

Chiquita pero matona. La mexicana Salma Hayek sabe que si quiere mantenerse en la industria del cine debe pelear. Su arma principal es el trabajo. Interpreta, produce, escribe, dirige…Y es algo más que una mujer interesada por el mundo en el que vive: es una activista de los derechos sociales. El próximo 1 de mayo la intérprete de Frida participará en las nuevas manifestaciones que los inmigrantes hispanos en EEUU vienen realizando para exigir su regularización.
“¿Se imaginan que 11 millones de personas sin legalizar dejaran de trabajar en EEUU?” La actriz formulaba ayer esta pregunta retadora durante una entrevista en Madrid a donde viajó para promocionar Pregúntale al viento, la última película en que repite el rol de emigrante.
“Esta gente viene porque en su país se muere de hambre. No les quitan el puesto de trabajo a nadie; ahora en EEUU el desempleo es bajísimo. Les pagan menos y el país lo permite. La administración lo tiene organizado todo para que paguen impuestos, aunque no estén legalizados, pero a cambio no tienen muchos beneficios”, explicó.
Ni lo que dice ni cómo lo dice parecen una pose estudiada. Hace tiempo que se dedica a defender causas casi perdidas y trata de evitar que su condición de actriz sea la pantalla de su activismo social. “Si no hubiera sido actriz, también me hubiera involucrado. La mayor parte de mi trabajo en algunas causas no se ve”, afirmó Hayek, que tiene como misión más inmediata concienciar a algunos senadores norteamericanos sobre el problema de los inmigrantes. Entonces, ¿le interesa la política? “Nada. Me interesa la justicia y los derechos humanos”, respondió sin pensárselo.
Precisamente, su última película, en la que comparte cartel con Colin Farrell (Alejandro Magno), aborda la situación de los inmigrantes en los años 30 en la soleada California. Hayek da vida a una camarera mexicana que conoce a un aprendiz de escritor (Farrell). Producida por Tom Cruise, Pregúntale al viento, que se estrena el 12 de mayo, está dirigida por Robert Towne, autor de guiones de éxito como Chinatown – – por el que recibió un Oscar – – , La tapadera o Greystone. También se puso detrás de la cámara en Conexión tequila.
A punto de cumplir los 40 años, Salma Hayek se sabe una privilegiada. Dejó su país y una carrera segura como actriz de telenovelas para hacer algo importante en EEUU. Y desde entonces no ha parado. Se le ocurren ideas constantemente y también las busca (ahora anda metida en la producción de una versión estadounidense de la famosa telenovela colombiana Betty la fea).
Una imagen que rechaza es la de quedarse quieta lamentándose de que no le llegan papeles a su gusto, que siempre la quieren para hacer de hispana o que ya ha entrado en una edad en que los productores la consideran fuera de circuito. “Si hubiera hecho eso – – asegura – – no hubiera tenido una evolución personal tan importante”.

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