Carlos Iglesias plasma la experiencia de su infancia en su primera película
Diario de Noticias, 26-04-2006BARCELONA. El actor Carlos Iglesias plasma la experiencia de su familia como emigrantes en Suiza durante su infancia, en los años sesenta, en su primer filme como director, Un franco, 14 pesetas , premiada en el último Festival de Málaga y que llegará a las pantallas el próximo 5 de mayo.
El filme, que obtuvo en Málaga el premio del público, además de los galardones a la mejor fotografía y al mejor guionista novel, narra la historia de una familia madrileña que emigra en 1960 al pueblo de Uzwill, en un cantón alemán de Suiza, del cual regresa al cabo de seis años.
Iglesias, que ha reconocido identificarse con el personaje de Pablo, el hijo de los protagonistas, explicó ayer, durante la presentación de la película en Barcelona, que ha querido “reivindicar” aquello que aún no se ha explicado sobre la emigración, ya que es un tema “que no se ha tratado en profundidad”. “Tenía una necesidad imperiosa de contar cómo nos trataron realmente, que nadie nos regaló nada, pero que los suizos fueron también honestos en cuestiones fundamentales como el sueldo”, destacó el director y también guionista y actor protagonista del largometraje.
Según Iglesias, la historia, que ha gestado durante cinco años, acabó de definirse a través de una serie de entrevistas que mantuvo durante dos veranos con familias españolas, italianas y suizas, a las que sumó su experiencia personal y la de sus padres, a los que convierte en los personajes protagonistas de la película.
“En los años sesenta, cuatro millones de españoles emigraron y, por lo tanto, hay por lo menos otros cuatro millones de historias diferentes sobre la emigración”, explicó Iglesias, quien añadió que “me pareció muy conveniente e higiénico recordar nuestro pasado reciente, porque creo que vivimos cosas similares a las que viven los inmigrantes que llegan aquí ahora”.
El director ha dejado patente esta relación en los créditos finales del filme, donde combina fotografías reales de la emigración española con instantáneas de inmigrantes residentes en España, y se mostró crítico con la actitud social ante los recién llegados: “La filosofía de la película es mostrar que los suizos fueron más honestos que lo que estamos siendo nosotros con la inmigración que llega, porque aquí cuando podemos pisarle la cabeza a alguien más bajo, lo hacemos”.
El equipo rodó las escenas de Suiza durante dos semanas en un pueblo donde residió Carlos Iglesias durante su infancia, e incluso pudo grabar en la misma casa donde el director y protagonista vivió con sus padres. >efe
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