«Es el mejor día de las fiestas, mucho mejor que el día de carnaval. Se crea un ambiente muy bueno en el pueblo, aunque la verdad que ya no se disfraza tanta gente como antes», explicaba una veterana cuadrilla asidua al popular desfile de disfraces de ‘Santanatxu’ con el que Amorebieta despide sus fiestas. Pero ayer quiso hacerlo de una forma reivindicativa. Decidió marcar distancias ante el racismo y defender la igualdad.

Con peluca, disfraz y puro incluido, Maite no podía dejar de mirar al cielo. «Ha estado chispeando… espero que aguante el resto del día porque es una pena que llueva, además hoy tocaba tiempo caribeño» apuntaba antes del desfile con un marcado acento del país en el que se inspiraba el día del disfraz en la localidad.

Las 14 cuadrillas que participaron en el Challenge tampoco quisieron perderse este pasacalles, que fue amenizado con los sonidos de los tambores de la batucada, dultzaineros y la elektrotxaranga que les acompañó durante todo el recorrido. «Es una pena que hayan partido las fiestas de esta manera. A pesar de que nosotros hemos cogido el día de hoy con las mismas ganas, sí que se nota algo en el ambiente», apuntaba Rosa Alonso, mientras mostraba su atuendo caribeño. «Me he puesto todo lo que tenía por casa, el día de hoy es para pasarlo bien y hacer el ridículo en buena compañía», relataba.

La fiesta se concentró en el parque Zelaieta, lugar en el que culminó el desfile hacia la diversidad que partió desde el frontón de Gane a las 19.30 horas y recorrió las calles de la localidad. Una gran afluencia de público respaldó la kalejira, que tuvo como protagonista a la igualdad.

«A la vieja usanza»

También hubo hueco para atuendos más tradicionales, y es que los jóvenes participantes en la Challenge se presentaron en el desfile «a la vieja usanza», con pantalón azul, camisa blanca, flores y gorro de paja. «Nuestro disfraz es en recuerdo a cómo se vestían los zornotzarras el día de ‘Santanatxu’ antiguamente», comentaban desde la cuadrilla Olimpo, ganadora de la Challenge 2018. Quedaron empatados con GNS, pero finalmente se hicieron con el premio al batir a su rival en una improvisada competición en el lanzamiento de txapelas.

Un inmejorable ambiente contribuyó a animar la jornada, en la que lo único que se echaba de menos era «un poco de sol. Con este tiempo no nos podemos meter en el papel de un verdadero cubano», señalaba Aitor. La música animó la localidad en la última jornada festiva de los ‘Cármenes’.