Rastrean el pasado de la secuestrada en Matadepera

El Mundo, 26-04-2006

Los investigadores no creen a priori que Johanna Andrea Piedrahita Rojas, la joven colombiana de 25 años que fue presuntamente secuestrada el lunes durante cinco horas junto a su hijo en Matadepera, esté implicada en el asalto cometido por un grupo de individuos latinoamericanos a la casa de su actual pareja sentimental, un acaudalado empresario. Cosa distinta es que no tenga relación con lo sucedido, como demuestra el extenso e intenso interrogatorio al que le sometieron los investigadores hasta bien entrada la tarde del lunes. Eso sí, en calidad de víctima.


Mientras empiezan a conocerse detalles del asalto cometido por tres hombres y una mujer a primera hora del lunes en una casa de lujo de la suntuosa urbanización de Cavall Bernat de Matadepera de la que se llevaron dos Mercedes, joyas y tarjetas bancarias, además de la joven y a su hijo de cinco años, las pesquisas que dirige la Guardia Civil se centran en el círculo de antiguas relaciones de la pareja del empresario, que trabaja para la fabricante de tragaperras CIRSA. El hombre fue amordazado con cinta aislante junto al jardinero antes del rapto.


Una de las amistades de la joven colombiana ya ha sido investigada, puesto que se encontraba en el domicilio del empresario cacereño, Fernando García Alonso, de 52 años, minutos antes de que los delincuentes se irrumpieran. Esta mujer, también colombiana, que vivía provisionalmente en la casa y que trabaja para el hombre, fue quien desconectó la alarma del inmueble cuando salió del domicilio. Los investigadores tampoco creen que la joven actuara en connivencia con los asaltantes, aunque no cabe duda de que les facilitó el trabajo.


Quién sabe si porque el resto de pruebas o indicios examinados están perdiendo peso o porque los investigadores ya cuentan con alguna sólida pista, lo cierto es que el pasado de la novia del empresario, que fue detenida, juzgada y absuelta hace dos años de un delito de tráfico de drogas, se ha convertido en la principal línea de investigación sobre la que trabajan los policías.


Durante el interrogatorio al que fue sometida la joven – hallada cinco horas después del secuestro en el maletero de uno de los coches del empresario estacionado en Cerdanyola – declaró que cree que los asaltantes son ecuatorianos por su acento.


Los esfuerzos se centraban ayer en intentar encontrar algún sospechoso entre el círculo de conocidos de la joven y su compatriota, al que hubieran podido facilitar algún dato de la casa a los captores, aunque hubiera involuntariamente. Sin embargo, la insistencia con la que los asaltantes reclamaron la caja fuerte al empresario, que negó en todo momento su existencia, ha llevado, por el momento, a los responsables policiales a no implicar a las dos jóvenes en el asalto.


Fuentes oficiales aseguraron ayer que los asaltantes extrajeron un total de 3.020 euros con las tarjetas bancarias del empresario de dos cajeros automáticos de Cerdanyola. En las imágenes de las videocámaras de seguridad de las entidades apenas se aprecia a los individuos, por lo que será difícil identificarlos de esta forma.

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