La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) pidió hoy poner fin a la detención arbitraria de refugiados e inmigrantes en Libia, después de que se haya incrementado el número de personas interceptadas en el Mediterráneo por los guardacostas libios.

Según informó en un comunicado esta organización médica internacional, por lo menos 11.800 personas han sido devueltas a Libia cuando intentaban cruzar el Mediterráneo en lo que va de año, después de haber sido interceptadas en aguas internacionales entre Italia, Malta y Libia.

Tras ser desembarcadas, estas personas se trasladan a centros de detención no regulados a lo largo de la costa libia, indicó la organización.

“Personas que acaban de pasar por experiencias traumáticas o mortales en el mar no deberían ser transferidas a un sistema de detención arbitraria que es dañino y explotador”, sostuvo la directora de emergencias de MSF, Karline Kleijer

Además, “muchos ya han experimentado niveles de violencia y explotación en Libia y durante los angustiosos viajes desde sus países de origen”, agregó.

Una vez en los centros de detención no hay forma de hacer un seguimiento de lo que pasa a esas personas, pues no existe un registro formal, ni un mantenimiento adecuado de los registros, denunció Médicos Sin Fronteras.

Además, los detenidos no tienen ninguna opción de cuestionar la legalidad de sus condiciones de detención o del trato que reciben.

Como resultado del aumento de interceptaciones en el mar, los equipos de MSF en las localidades de Misrata, Khoms y Trípoli observaron un fuerte aumento del número de refugiados, inmigrantes y solicitantes de asilo arrestados en centros de detención que ya superaban sus capacidades.

“La situación en los centros de detención es insostenible”, aseguró la coordinadora adjunta de MSF en Libia, Anne Bury.

“El ambiente es muy tenso, los detenidos están expuestos a abusos de todo tipo y están desesperados. Estamos viendo a individuos con heridas y fracturas, además algunos intentan escapar y otros hacen huelga de hambre”, destacó Bury.

Según MSF, la situación actual es el resultado de los intentos por parte de los gobiernos europeos de prevenir la llegada de refugiados e inmigrantes indocumentados a territorio comunitario a través de la peligrosa ruta del Mediterráneo central.

“Esta no es una solución aceptable para evitar las llegadas a Europa”, manifestó Kleijer, que consideró que los refugiados e inmigrantes interceptados “no deberían ser devueltos a Libia ni ser detenidos de forma arbitraria y en condiciones inhumanas”.