M. V.

MADRID. La «sociedades aceleradas» de hoy demandan una mayor participación de los padres en la escuela, que es «escasa», y en España, «comparada con el nivel europeo, es de las más bajas», afirmó ayer la historiadora y académica Carmen Iglesias, en la presentación del tercer informe anual de la Fundación Acción Familiar.

El estudio, titulado «La familia en el proceso educativo» y elaborado por seis expertos en educación, entre ellos el pensador José Antonio Marina, señala que el papel de los progenitores es insustituible y clave para que el sistema educativo sea eficiente.

Carmen Iglesias resaltó la necesidad de «poner límites a la adolescencia, a la vez que debemos ser autoritarios», aunque «nos asalte la duda entre ejercer la autoridad o ser «autorizativo», una palabra difícilmente aceptable por la Real Academia Española».

En el tiempo de ocio, «un invento de anteayer», en palabras de la historiadora, destaca la relevancia de que los padres se adapten y «aprendan para guiar el ocio de las familias» en la sociedad de la información y del conocimiento. Y, sobre todo, la importancia de aficionar a los hijos a la lectura, para lo cual «lo mejor es el ejemplo».

Además del fracaso escolar, el informe analiza el impacto del contacto en el colegio con niños de otras culturas, un fenómeno incipiente en España, según Carmen Iglesias. «La integración de los inmigrantes trae una nueva cultura familiar», dijo ayer.

En el último capítulo, Marina subraya la necesidad de un nuevo tipo de docente, que sean «expertos en colaborar con el resto de los compañeros y las familias».