Secuestro exprés en Matadepera

La Vanguardia, 25-04-2006

Fue como una operación de comandos. Trajes oscuros y movimientos precisos. Sobre las 6.30 horas unos desconocidos, cuatro hombres y una mujer según los cálculos de la Guardia Civil, entraron silenciosamente en un chalet de lujo de Matadepera. Despertaron a sus moradores a punta de pistola y después de comprobar que no había caja fuerte y de hacerse con todas las joyas que había en la vivienda, decidieron llevarse secuestrada a una mujer, de 25 años, y a su hijo de cinco. Dejaron amordazados al compañero sentimental de la chica y al jardinero y abandonaron la casa bajo amenaza de que si no conseguían más dinero los matarían. Sobre las 11.20 horas ambos rehenes fueron localizados sanos y salvos en Sant Cugat en el interior del maletero de uno de los dos coches Mercedes de alta gama que la banda se había llevado del chalet. Durante ese plazo extrajeron dinero en varios cajeros automáticos. El secuestro exprés duro algo más de tres horas.
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La Guardia Civil, responsable del caso, ha abierto una amplia investigación dirigida por la Comandancia de Barcelona. Se da por hecho, gracias a la información dada por los testigos, que los secuestradores son ciudadanos latinoamericanos. Por el momento, no se descarta ninguna vía de trabajo, aunque fuentes cercanas al caso aseguran que el móvil del secuestro fue netamente económico.
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El propietario de la vivienda y compañero sentimental de la secuestrada no es el padre biológico del menor. Fernando G. A., de 53 años, es un empresario dedicado a la fabricación de muebles y tiene como uno de sus principales clientes una empresa dedicada al juego, para quienes construye los cajones de las máquinas tragaperras. Su actual compañera sentimental, Yoana Andrea P. R., es de nacionalidad colombiana y tiene 25 años. Ellos dos y el hijo de ella eran quienes se encontraban durmiendo en la casa de la calle Font del Querol, de la urbanización Cavall Bernat de Matadepera, cuando los asaltantes los sacaron bruscamente de la cama.
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Los secuestradores preguntaron insistentemente por una caja fuerte que no existía. Retuvieron a la familia después de que confirmaran que esperaban al jardinero de la finca sobre las siete de la mañana. El empleado, R. C. L., llegó instantes después y dio comienzo a sus labores. Entonces uno de los asaltantes le obligó a entrar en la vivienda pistola en mano. Fue amordazado junto a Fernando G. A. Les vendaron los ojos. Una parte del grupo abandonó la casa sobre las ocho llevándose consigo a la mujer y al niño. Los que se quedaron en la vivienda con los dos hombres maniatados se marcharon una hora después, tras recibir una llamada telefónica, según confirmaron los testigos. Los dos hombres se liberaron y avisaron a la policía local, que a su vez dio la alarma a la Guardia Civil. A las 11.20 aparecieron en la avenida Torreblanca de Sant Cugat Yoana Andrea y su hijo dentro del maletero de uno de los dos coches robados por la banda, un todoterreno Mercedes de color plateado. Las víctimas estaban en aparente buen estado. El otro vehículo robado continuaba ayer ilocalizable: se trata de una berlina Mercedes de color negro.
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Dado el modo de proceder del grupo, es posible que la vivienda de esta familia hubiera sido vigilada días antes, aunque sorprende que no supieran a la hora que llegaba el jardinero y carecían de información fiable sobre si existía o no caja fuerte en la casa. Como no puede descartarse ninguna hipótesis, también puede ocurrir que alguien les hubiera pasado esa información de manera errónea y que el secuestro exprés hubiera sido una especie de plan B para conseguir un botín mayor. ¿Quién pudo ser la persona que dio el chivatazo?
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Además, la participación de cuatro o cinco personas en el asalto podría hacer pensar que esperaban obtener una gran suma de dinero.
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